"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

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lunes, 29 de diciembre de 2014

De nuevo.

Y ahí me encontraba como tantas otras veces.
Sentada junto a ti en tu cama discutiendo sobre lo mismo.
Esperando de ti lo mismo de siempre.
Pidiéndote que cedieras por mi.
Que cambiaras por mi.
Que tu amor por mi fuera mas grande que el orgullo a ti mismo.
Que por una vez, al verme a los ojos, sintieras lo que yo siento cuando veo los tuyos.
Y supieras que ése era el momento para ceder.
Para luchar.

Te lo expliqué como tantas veces antes, te dije cual era exactamente el problema 
Y como había que solucionarlo.
Mi alma dependía de tu actitud, de tu respuesta.
Te mire directamente tratando de anclar mi alma a la tuya,
Tratando de crear un puente invisible a través de una conexión.
Pero no encontré nada, estaba sola en mis propios sentimientos, mis propios deseos.
Me veía a mi misma con el mismo amor infinito, rogándote, 
Y deseando con toda mi alma que volvieras a mi lado.
Pero tu respuesta fue la misma de siempre.
Me culpaste como si todo lo malo que nos había pasado fue gracias a mi, 
me ignoraste, y me dejaste a un lado. 
Me hiciste ver que no tenía importancia alguna sobre ti.
Que nunca la había tenido, no en la magnitud que yo deseaba y me ilusionaba que fuera.
Como esperaba que fuera el amor.
Al escuchar tus palabras, y sentir tu indiferencia, algo se rompió en mi.
Fue como si me hubieses aniquilado como nunca antes.
Sentí un agujero negro que me consumió por dentro.
Vacía.
Y sentí como se extendía por todo lo que sentía y me carcomía como termitas a un trozo de madera.
Era un dolor tan fuerte que gritaba,
no solía ser como antes, porque ya no podía sollozar,
No podía llorar.
Gritaba de dolor. Como si me hubiesen arrancado el alma a la fuerza.
Grité por ayuda mientras me rompía en dolor.
Y desperté creyendo que venía mi madre y me consolaba de mis pesadillas, 
Le gritaba entre llantos que yo no era nada, que no era nada para él y lloraba aun con mas fuerza mientras ella me abrazaba.
Y entonces comencé a asfixiarme y no podía moverme ni respirar, era un dolor tan grande que se confundía entre gritos, sollozos y lagrimas.
Entonces desperté por la asfixia y me encontré sola.
Había sido una pesadilla. De las peores que nunca había tenido en toda mi vida.
Tan vivida, tan dolorosa que aún podía sentirme como si mi vida no importara en absoluto.
Sin remedio, sin razón de ser en el tiempo.
Me sentí hundida como hace años no recordaba que podía llegar a sentirme.
Seguía llorando sin control alguno, gritaba y sofocaba el ruido con la almohada porque no podía detenerme. No tenía fuerza, no encontraba nada para poder pararme.
Estaba histérica. 
Lo único que podía sentir era lo insignificante que era.
Que no significaba nada, nada para él, y era como si me definiera, realmente no era nadie ni nada. Nada por lo que luchar, por lo que poder amar. Nadie ni nada para poder quedarse. 
Tenia menos valor que la vida misma, que una hormiga. Era menos que un muerto.
Yo estaba menos que muerta, no había ni llegado a existir de tan insignificante que era.
Podía sentir la mierda apilándose sobre mi misma y no podía dejar de llorar, 
De sentir una herida punzante en el corazón, como si por dentro mi corazón estuviese hueco. 
Y solo le quedaran paredes,  porque lo demás se había carcomido. 
Traté de dormirme y no podía, estaba aterrada de volver a soñar lo mismo.
Estaba como enloquecida, pero de dolor.
Tenía ganas de tomar todo lo que tenía a mi alcance que me recordara a él y botarlo, 
Porque había sido un miserable conmigo, no me lo merecía en absoluto, nada de lo que me hizo sentir, ni como me trato, y lo aborrecía.
Lo aborrecía y esto ensuciaba todo lo bueno, todos los años.
Todo había sido una mentira que me había contado a mi misma.
Al final me dormí llorando de puro cansancio. 

Pero con esta pesadilla comprendí que estuvo mal haber estirado tanto el elástico, no importa lo mucho que haya aprendido. Me expuse a mi misma a sufrir de esta forma, por alguien que no lo merecía, por una mentira en mi cabeza. Y no podría volver a exponerme nunca mas. Sentí lastima de mi misma. De mis ilusiones, de mis sueños, de mis buenos pensamientos. Porque no eran correspondidos en ningún grado. No hay excusas para justificar que te traten de esa forma. Menos alguien que predica que te ama, o te amo. 
Y entonces supe que nunca había sido amor. Eso no era amor. 
Pero tambien este sueño, me hizo retroceder mucho más atrás que solo dos pasos, retrocedí a años lejanos donde el dolor era fresco y nuevo. Como si no tuviese experiencia alguna. Y me dejo frágil, débil y asustadiza. Me cuesta respirar otra vez, y a veces siento que me desvaneceré como por arte de magia sobre el piso. De nuevo sin excusa alguna me encuentro llorando en lugares absurdos, en momentos absurdos. Las habitaciones me asfixian y en cualquier momento siento que alguien me tocara y me destrozare.
Tendré que volver a empezar de nuevo, a levantarme una vez mas, sin cansancio. Esperando mejorar otra vez, de a poco, con paciencia, hasta sentirme al fin bien.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Sigue tu vida sin mí.

No puedo explicar cómo,
Pero llegaste a tocar mi corazón sin necesidad de un beso,
Sin necesidad de acariciarme.
Una mirada y todo acabó.
Lo pude sentir uniéndonos sin siquiera tocarnos.
Fue tan profundo que había olvidado lo que era poder mirarse,
Y verse directamente el alma.

Conservo ese momento como agua en pleno desierto,
Y me enternece sin necesidad de sucumbirme.
Que me hace preguntarme si hay alguna estación en el camino de nuestras vidas
Que nos junte, pero que sea esta vez para quedarnos juntos.

Para darnos la oportunidad de saber que hay detrás de toda nuestra historia,
De la misma parada que hacemos para como siempre dejarnos.
Que hay en el misterio de querernos sin sentido.
Sin atracciones físicas, sin locura, más que la simple pureza del amor.
Sin tortura, sin desengaños, sin mentiras, sin intoxicarnos.
Fluir con tanta facilidad como el río sobre las piedras.
Como el aire en los arboles.
Ser porque sí.

Escuchar tus palabras como pura luz.
Pura ternura.
Pura devoción.
Pero sin magnificar tu esencia, más maravillarme de lo que eres,
Sin tener miedos a perderte o a equivocarme.
Hay una gratitud en ser feliz, en estar contigo que no enloquece.

Que puede que suene algo ridículo, algo sin sentido
Pero de verdad espero que la vida nos dé la oportunidad de conocernos como esperamos.
Como siempre dices que podría ser.
Aunque te diga que no creo en ello. Lo creo. 
Creo en tus sueños junto a mi, aunque sé tan bien como tú que aun no es nuestro momento.
Y espero de corazón que llegue. Que sea verdad.
Aunque nos tome mas historias junto a otros para llegar a estar juntos.
Mientras, no entorpeceré el camino en el que por separado nos encontramos.
Dejare que fluya. Como nosotros.
Y no me detendré a esperar, seguiré como sea que tenga que ser.
Que seas feliz y que tengas aprender todo lo que te falta. Y que sigas sin mirar atrás por mi, 
Mas para seguir tu propio camino, como yo el mío.

Adiós.




lunes, 22 de diciembre de 2014

Ver distinto es el objetivo.

No sé que me pasa. Por mas que siento que tengo todo claro,
Que puedo caminar sobre todo como si nada,
Que me las sé de memoria por libro. No es cierto.
Estoy perdida, y no se por donde ir, por lo que hago como que sé el camino,
Quizás para que lo aprenda por costumbre, y no porque sea lo correcto.

No sé distinguir ya entre mis subidas y bajadas de animo.
No sé ya más si debo ser quien estoy siendo.
Puede que me esté castigando demasiado.

Pero quiero poder hablar más, ser más amistosa, con más desplante,
Y menos lo que solía ser.
No quiero que nadie pase por encima mío como quienes mas me han herido lo han hecho.
No quiero pasar desapercibida, pero tampoco quiero herir a quienes quiero por causa de humos de egoísmo. 
Puede que en actos no lleve nada a cabo,
pero son mis sentimientos y pensamientos los que me hieren,
aunque no hayan alcanzado a ser nada ni a derrumbar a nadie,
les temo, temo el fuego que crece implacable dentro de mi.
Temo no poder tener el control cuando tenga que hacerlo.
Porque hoy puedo controlarlo, pero ¿mañana? Y la próxima vez?

Temo estar volviéndome loca de tanto que pienso,
Y de todo lo que vivo por dentro.
Y de las tantas ganas que tengo de castigarme por lo mas mínimo.
Solo para encontrarle sentido y ser a lo que estoy viviendo.

Tengo que salir a flote de todo eso, y ir más allá de lo malo y agradecer más lo bueno.
Quiero ser feliz a toda costa incluso en las condiciones mas adversas.
Quiero castigarme menos, y darme mas crédito por lo bueno.

Pero no embelesarme con mi reflejo, más bien simplemente ver en él amor.
El mismo amor que me hace querer y admirar a quienes amo con defectos y virtudes.
Así quiero verme.

Como él me ve. Como yo lo veo a él.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Mejorar.

¿Crees que no me duele
Pensar en todo lo que viví a tu lado,
En lo feliz que me hiciste,
Y a la vez de la forma tan horrible en que me tratabas cada vez que te enojabas?
Crees que no me duele darme cuenta que estoy tan quebrada por dentro
Que hay días en que no puedo creer en mi misma, ni en quien soy.
En que cada día me pregunto si tienes razón, si tuviste razón en culparme de todo
En que creo que hay algo malo en mi que hizo que te alejara,
que tengo defectos de los que debería avergonzarme,
porque, sino... Cómo fue posible que me dejaras? 
Si fuera tan buena, por qué entonces no luchaste por mi nunca?
Por qué siempre me dejaste sola aquí,
por qué fui siempre yo la que lucho,
grito y fue con el corazón en la mano a enfrentar a quien fuera como fuera para estar a tu lado?

¿Qué hay de mi? 

Creo que me falta tiempo, tiempo para estar conmigo misma y volver a construir de cero.
Como nueva. Porque definitivamente luego de ti, quede derrumbada y destruida.
Me cuesta ver la luz en vivir conmigo misma. 
No solo se trata de ti.
Sino de lo infeliz que estoy siendo en soledad.
De lo difícil que se me hace respirar, de crecer y vivir.
De entender que mientras mas crezco, mas difícil es vivir,
pero que tengo que salir del circulo vicioso de la lastima a mi misma,
y empezar a luchar por mi.
Sea como sea, sin amigos, sin ti. Sola.
Tengo que empezar a estar sola, y velar por mi misma sola.
Aunque cueste lo que cueste. Tengo que hacerlo.

Tengo que dejar de ver el pasto más verde al otro lado,
y empezar a ver el pasto que tengo bajo mis pies.
Porque torturarme por lo que lo demás tienen, envidiarlos, no es sano.
Solo es un vacío enorme que no puedo llenar, porque claramente mi vida es otra.
Nada mas que eso. 
Tengo que salir de este encierro y animarme más a querer todo lo que poseo, valorarlo.
Y no mirarlo en menos. Aplaudir quien lo tiene distinto, pero no magnificarlo.
Y no esperar nada, pero ir con fe de que siempre se puede mejorar. 
Siempre se puede estar mejor que el día anterior.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Lo correcto es no caer.

Seguiré engañándome, contándome la misma mentira,
con más excusas.
Construiré las barreras más altas.

Pero caer en el calor que siento cuando me tocas, jamas.
Seguir el entusiasmo que me provocas, jamas. No de nuevo.
Dejaré que se hunda sobre el mar de mis sentimientos,
para no permitir que cause olas tempestuosas sobre mi calma.

No me llevaré por mis fantasías y pensaré más en frío.
Más calculado, más sobre la tierra.
Para no dejar que las ilusiones me lleven por caminos que no son posibles,
Con personas que no son reales.
Y con mentiras que solo nacen de mi imaginación.

No quiero caer bajo las mismas trampas en las que solo yo soy la culpable,
La única que las crea.
Quiero vivir de forma mas autentica, y pensar menos en cuentos, 
Que no encajan en el mundo en el que vivo.
No quiero cargar sobre las personas una mochila que no les pertenece.
Una responsabilidad que no tienen porque cumplir.

Quiero por una vez en mi vida, caer en el lugar correcto,
Con la persona correcta.
Y no ser impetuosa con mis sentimientos.
Poder pensar más a la hora de actuar.
Y no volver a caer jamás.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Cause.

Ahora se por qué hice las cosas así.
Las entiendo, las abrazo, las comprendo y me perdono. 
Porque si no las hubiese hecho de la misma forma,
¿Qué sentido tendría?
¿Qué importancia habría sino hubiese sido exactamente como fueron?

Ahora comprendo que mis decisiones son el reflejo de quien soy.
De lo que creo y de lo que soy capaz. 
Por lo que no debería sentirme ni arrepentida, ni avergonzada en absoluto de ellas mismas,
Porque sino, ¿quién sería si no fuese tal como las conjeture?

Seguramente sería otro tipo de persona,
Y no lo soy. 
Por lo que ya es tiempo de aceptar mis deseos mas profundos, 
y la verdad mas frágil en una realidad tan escéptica y hipócrita. 
Dejar de desear de mezclarme bajo las mismas mascaras y mentiras que todos cuentan. 
Y simplemente ser. 

En un momento, pensé que seguiría hundiéndome, insultándome por como llegué hasta donde estoy. 
Pero no es el caso.
En el momento en que la verdad abrió su paso sobre mi,
Lo sentí tierno, puro.
Y valiente. 

Aposte por mi fe.
Por lo que quiero y deseo.
Y puede que me haya dañado en el proceso, al igual como dañé a quienes quería.
Creí fielmente que hacia un bien.
Lo sentí en mi corazón como una verdad irrefutable. 
Y lo fue.
Aun sin ser cumplido.

Qué gracia mas grande fue poder haberlo vivido en todo su esplendor,
Con tanta intensidad.
Que ya no importa si la verdad es distinta para él.
De seguro no fue de la misma forma; no podría ser de otra manera. 
Lo que no hace la mía mucho menos verdadera.
La hace simplemente ser.
Existió y eso es todo lo que importa. 

Ya no me arrepiento de nada, porque todo los recuerdos
Tantos buenos y malos lo hicieron ser lo que fue. 
Y ya no los denigro, no me hundo ni me desvalorizo por como fue.

La verdad es que no pude sentirme más fuerte en cuanto lo comprendí.
Más orgullosa de ser distinta. 
Y ya no me importa lo que piensen los que creyeron por un segundo vislumbrar, 
O comprender lo que viví. 
No saben absolutamente nada.
Así como yo tampoco sé toda la verdad, más que a medias. 
Pero es mía. 

Y creo que quien no este dispuesto a comprenderlo entonces no sabe nada de mi. 
Ni de quien soy. 

Ya no pienso dar mas excusas,
menos explicaciones del cómo fue, o del cómo soy. 

¡Ah! Que alivio siento al darme cuenta.
al aceptar que fue autentico aún sin terminar a serlo,
Y que me dio mucho más de lo que pensé que terminaría teniendo.
Puedo verlo ahora con claridad, al fin, 
Que en resumen, en su totalidad, hizo de mí: una mujer. 




jueves, 20 de noviembre de 2014

Deseos.

Tenía muchos deseos y esperanzas.
Eran tantos, y no eran para mi. 
Sino que eran para ti. 

Quería hacerte feliz a ti. 
Amarte a ti.
Dar todo de mi para ti. 
Morir por ti.

Tenia deseos. 
No para mi.
Solo quería que fueras feliz junto a mi.
Si eso era cierto. 
Si lo querías en serio. 
Si me deseabas tanto como creía.
O tanto como lo demostrabas.

Creí que lo había visto.

Pero no fue así.
No era así.

Y si alguna vez florecí de deseos para ti,
hoy se marchitaron, y se sepultaron bajo tierra. 

Tú te hundiste con ellos.
Oscuros, marchitos. Indiferentes.

Los deseos ya no son lo que solían ser.
No por ti, al menos.

Ahora son deseos para mi.
Quiero hacerme feliz a mi.
Amarme a mi.
Dar todo para mi.
Morir por mi.

Tengo deseos, muchos. 
Florecen sobre todo lo sepultado, enterrado y hundido.
Iluminan todo a su paso, distintos. 
Y no son como solían ser.
Pero mejores, sí que son. 


martes, 4 de noviembre de 2014

Incomprensible.

Es incomprensible seguir así,
Sintiendo los años a mis espaldas,
Y las interminables escenas en las que tanto te ame como te extrañé.
En las que fui tan feliz como miserable me encontré.
Donde creí crecer para solo volver a caer en lo mismo otra vez.

Es incomprensible seguir sintiéndose así.
Pero lo hago.
Lo hago y no hay sentidos que poder encontrar para explicar el por qué.

¿Por qué aún tiene un poder sobre mí?

Son sentimientos que me golpean sin aviso,
Como olas sobre el cuerpo, intensas, fuertes y profundas.
Que se marchan para dejar estelas de tranquilidad y luego vuelven para estrellarse sobre mi.
Y me encuentro, sin motivo alguno, triste. Desdichada. 
No de la vida, pero del amor. De nuestro amor.
En donde te recuerdo con tanta claridad como si hubiese sido ayer.
Ese amor en los que deposité todas las esperanzas, todos mis sueños y anhelos. 
Ese amor que vi en ti tambien profesarme día a día, y tras el paso de los años. 
Ese amor que era capaz de demoler todas mis murallas y derrumbar mi orgullo.

Y duele. Sigue doliendo tanto como por primera vez.
Aún apesar de que con los años he sabido remontarlas y controlarlas a mi merced.

Pero, ¡Oh, Dios! 
te extraño tanto cuando esto sucede.
Que no puedo evitar más que sentir una inmensa lastima por quienes eramos.
Por nosotros mismos.
Que no pudimos reparar ni sobrevivir lo que tanto anhelamos en algún momento. 
Donde depositamos tanta felicidad, sueños, 
como dolores y decepciones. 

Y sin aviso alguno, se abre la puerta que esconde todo lo que sentí y viví junto a ti.
Donde vuelvo a encontrarme estancada, 
aun cuando creí haberte dejado atrás,
Donde he vivido días en que no concibo pensamientos del pasado, ni menos para ti.
Donde avanzo con seguridad como si todo hubiese quedado atrás.

Aún es incomprensible para mi revivir lo que remueve toda mi calma, todo mi control,
Que generan que la tranquilidad no sea más que un falsa fachada a mi propio vacío,
Mi propia desdicha y decepción. 

Son extremos que me son desconocidos, que me oculto a mi misma.
Que sigo sin poder interpretarlos ni darles cause alguno.
Se sumergen y emergen a su antojo, sin sentido,
Me enfrentan y me obligan a reconocer que sigues ahí.  
Que debo asumir que no tengo que desprenderme de ellos sino que son parte de mi,
Y no por ello son negativos, ni oscuros.
Sino solo parte de lo que he vivido.

Aun así no hay eco más fuerte que seguir preguntándome:
¿Qué fue de nosotros? ¿En qué momento simplemente nos convertimos en un punto sin retorno?
Y aunque reconozco de memoria sus respuestas, sigo sintiendo nostalgia de lo que fue y pudo haber sido.



viernes, 10 de octubre de 2014

Entonces ¿Qué?

No sé como sentirme.
Después de tantas veces, de tantas caídas, y levantadas.
Después de irme y volver tantas veces.
Después de intentarlo todo, 
De distintas formas, con distintas palabras,
Con más fuerza y menos vulnerabilidad.
Con mas claridad y menos sombras.

No sé como sentirme luego de tantas veces en que ha terminado.

De todos los mejores momentos, los más cálidos,
Los que están mas profundos,
Y los más fríos, los más vacíos, los más solitarios.

No sé que sentir al respecto de todo. 

Estoy como cascaras de lo que fue.
Como si me hubiesen drenado el alma,
Me la hubiesen quitado y no tuviese mas motivos para sentir las cosas como debería sentirlas.

Estoy vacía por dentro, y no puedo expresar nada.
Es como si todo no tuviese sentido alguno,
No tuviese ningún fin, ninguna explicación. 
Sigo porque no sé que otra cosa mas hacer.
No puedo detenerme, aunque por dentro me sienta congelada.

Me encuentro a mi misma hablando,
Pero realmente no siento lo que digo.
Me río, pero no siento la risa.
Y sigo corriendo por mi misma, pero sin fuerza alguna. 

Siento que mis sentimientos han muerto.
No puedo llorar, no puedo hacer ni sentir nada como solía,
Y tengo que dejarlo ser porque no hay formas de seguir buscando respuestas,
Buscando más salidas, más opciones, más intentos.
Ya no queda nada.
Y solo quedan sentimientos perdidos que no puedo reflejar a nadie.
Que no puedo hablar porque si intento ponerle nombres
Siento que me derrumbo una y otra vez.

¿Por qué?
para qué dejar que nos amemos, nos queramos, 
Si después no va a ningún lado?


sábado, 4 de octubre de 2014

Lo que siempre he querido.

Busco pedazos de mi misma en el pasado,
Unos que me indiquen el comienzo de todo,
en los que pueda empezar a encontrar respuestas.
En los que me pueda varar, y decir: 
Esta siempre he sido yo.
Esto ha sido siempre lo que he querido.
Por esto, he estado siendo quien soy.

Y entonces, reconocer en ellos los años que han pasado, 
Y descubrir que el tiempo los sigue manteniendo vivos frente a todo pronostico.

Encontrar en ellos esa parte, en el fondo, en la base,
que contra viento y marea, sigue intacto.

Me pregunto si esa parte seguirá esperando ser cumplida,
O se ha rendido con el tiempo y entre lo real.
O seguirá esperando al fin ser despierta.

Esa parte que autentica, se consume por simplemente amar y ser amada.

Puede que lleve mil deseos en el cuerpo,
Pero hay uno que se carcome por dentro, que ansía ser consumada.
Ser arrastrada, 
no en soledad, no contra murallas,
Sino ser incendiada y crepitar sobre las hojas, 
Una fogata que jamás se pueda apagar.
Que solo siga creciendo aun más.
Que avasalle sobre bosques y tierras desconocidas,
Que brille con tanta intensidad que llevarla sobre el cuerpo
Sea insoportable.

Pero no de dolor, sino del placer exultante de ser realizada.

Eso es lo que sin importar cuanto pase sobre los días, sobre mi.
Es lo que siempre he querido.
No puedo escapar de ese sentimiento, y no lo pretendo.
Pero no quiero que me detenga. 
Quiero que crezca desde adentro hacia fuera,
Que grite por si solo, aun sin ser consumido, aun sin ser cumplido.
Que me haga fuerte desde sus rincones,
Para que cuando llegue el momento de explotar,
Sea capaz de sostenerlo junto a mi, y no que vuele sin control alguno. 
No que me posea, sino de que sepa ir conmigo.
Que sintonice con mis pasos y no que corra a tal velocidad que tenga que seguirlo.

Y que cuando lo encuentre no me atemorice su fuerza,
Ni me sucumba ante situaciones que no considero parte de mi,
Sino que fluya como la sangre en mis venas,
Como el aire en mis pulmones.
Como los latidos unidos a mi respiración. 
Y sepa expandirse por todos los rincones que aun desconozco de mi misma,
Que se deslice con suavidad hasta la punta de mis nervios,
Y sepa acariciarme con un simple susurro. 
Donde no me derrita por su poder, sino que pueda danzar sobre su compás.

Y entonces, sólo entonces descubrir que mis esperanzas no han sido vanas,
Que mis sueños no han sido mentiras,
Que mis deseos no son ilusorios.

Pero que la verdad no me llevara a cielos donde pueda perderme,
Sino que mis pies estén bien sujetos al suelo,
Para que pueda sentirlo frío y duro sobre mi piel,
Descubriendo tambien que no vive en si mismo, sino en mí.
Que está en mi el poder de saber dirigirlo.



jueves, 2 de octubre de 2014

Ser fuerte y, confiar.

Me encuentro quieta pensando en lo que deseo
En lo que me gustaría o lo que me hubiese gustado. 
Lo que quisiera y he querido que sea.

Si tan solo tuviese la suficiente fuerza para encontrar mi propia voz.
No la que escucho en mis pensamientos, y en mis ideas que suelo expresar en quienes mas confío.
Sino en aquella voz que quiere remover montañas,
Que quiere derrumbar murallas.
Que quiere tener el poder de levantarse sobre si misma,
Tener vida propia para alcanzar lo que tanto desea ser.

No quedarse varada sobre miedos, ni inseguridades,
Sino simplemente ser. Pararse sobre los demás y ser escuchada. 

Crecer por sobre tantos errores y silencios.
Y confiar en que todo saldrá bien.

No deseo ser una sombra más, sino destacar. 
Hacer la diferencia en algo, aunque sea una vez.
Ser frontal, confiada y fuerte.

Eso deseo. 
Salir afuera buscando lo que sea que me esperé,
Sin miedos a conocer la verdad. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Cambiar el rumbo.

Quisiera poder moverme.
Seguir como si nada.
Pero nunca es así.
Nunca es tan fácil.

No sé que hacer. 
Cuando la verdad es que no quiero hacer nada.

Siento que me estoy muriendo lentamente por dentro.
Sin morir siquiera.
Algo insípido llevo en la boca, que sonreír parece más cínico.
Y hablar se ha vuelto forzoso.
Es como si quisiera estar bajo el silencio, para no cambiar las cosas,
Para que no avancen y se queden estáticas.

Las horas parecen eternas.
Y mi cuerpo solo quiere dormir interminables horas, 
No levantarse, no pensar, no sentir.
Yacer ahí entre sueños absurdos y sin significado.

Quisiera volver atrás el tiempo y haber hecho las cosas bien,
Del principio.
Sin embargo aquí estoy con sus consecuencias inevitables,
Que no quise ver en su momento.
Que me empecine y me aferre a la esperanza diminuta que me mostró.
Ávida de mendigar por la minúscula señal que viese,
Que hubiese cambiado.

¿Por qué no pueden ser las cosas exactamente como deseo?
Que sea como quiero.

Solo quiero que los días terminen con su rutina diaria, 
No hacer las mismas obligaciones diarias,
Cambiar el rumbo.
Descubrir lo desconocido.
Caminar sobre pasajes nuevos.
Buscar nuevamente la belleza en lo diverso. 
Y no encerrarme a esperar por estar mejor.
Buscarlo pronto.

Lastima que el tiempo no me favorezca en estos momentos.
Pero esperare por esas próximas semanas, y días en los que no miraré atrás,
Ni tendré miedo de mi propia inmersa soledad.
Sino que la beberé sin temor de descubrir que está por venir. 

lunes, 22 de septiembre de 2014

Temo, quiero, deseo.

Llevo conmigo las consecuencias de mis decisiones tan pesadas sobre mis hombros,
Que arrastro los pies para poder una vez más buscar el camino ideal.
Encontrar las respuestas a infinitas preguntas, y a la luz entre la confusa oscuridad.

No sé si esté mal que me importe lo que piensen los demás,
Pero lo hago.
Y me avergüenzo de mis decisiones.
Mas que nada de no poseer la fuerza suficiente para responder por mi misma, 
Para plantarme bien firme y defender lo que pienso.
No sé si es a causa del enamoramiento el perder la razón,
Pero me pasa. 
No sé si es porque siento con demasiada intensidad, 
O porque soy la fiel creyente en las causas perdidas.
Y de que es el corazón el que nos mueve.

Son tantas las preguntas que no logro encontrar las respuestas en ellas.
¿Qué es real?
¿Qué esta bien?
¿Me siento acaso así porque dejo que él juegue en mi cabeza?
Que la derrumbe y la construya de cero, como si yo nunca hubiese habitado en ella
O es mi afán por victimizarme, para sentirme mejor conmigo misma?

Me siento tan perdida una vez más.
Una vez más por él.
Desearía ser más fuerte, más resiliente conmigo misma.
¿Por qué me importa tanto como él se siente? ¿Y como él piensa?
¿Por que le dejo tener una influencia cegadora en mi?

No quiero más.
No quiero tener que caer en lo mismo por enésima vez.
No quiero volver a equivocarme.

Temo haber perdido al amigo más importante de estos últimos años,
Y haberme perdido nuevamente a mi misma en el proceso,
Por dejar abrumarme en mis sentimientos, en vez de pensar con mas claridad.
Temo que las disculpas ya no sean suficientes para recuperar su amistad,
Que sepa que su amistad, y su compañía son más valiosas, 
Que aceptarme una vez más a su lado.
Lo he buscado por tanto tiempo en tantos lugares, y pensado tanto,
Que temo que se desvanezca en lo que son solo los recuerdos 
Más felices que había tenido en mucho tiempo. 
Temo que me cierre la puerta porque no soy digna de su perdón. 
Que perdí importancia y valor.
Que se haya dado cuenta que me he opacado con el tiempo.

Pero no debo hacer esto solo porque quiera volver atrás,
Sino por mi misma.
Porque tengo que salir de este ciclo repetitivo de eventos 
Que arrastran todo de mí. Toda mi voluntad.

Y aun con todo el miedo, mis frustraciones
Y mi vergüenza.
Deseo perdonarme pronto, aprender más de mi misma, 
Para no volver a lo mismo.
Deseo quererme y respetarme.
Para poder así entregarles el mismo respeto y amor a quienes siempre me han rodeado
De forma incondicional. 

Quiero con todas mis fuerzas ser una mejor persona,
Hija, hermana y amiga. 




domingo, 17 de agosto de 2014

Me quedo.

Qué opresión tan exquisita ahoga mis sentidos,
Qué desgaste logra en mi cuerpo que me debilita sin intención. 

Esta calidez que completa a mi alma,
Que me enternece, me vulnera, y me arrastra,
Es capaz de mover el mismo cielo, y la misma tierra.
Traspasa los limites de la voluntad, 
Y alumbra la oscuridad más profunda.
Tanto poder de una persona a otra, 
Que podría reinar al universo completo.
Aún así, a la única que reina es a mí. 
Que de tanta felicidad y gratitud,
Podría ser ahora mismo la estrella más brillante del firmamento,
Que aún luego de explotar y morir, sigue alumbrando.

Tanta semejanza, y nostalgia en un sentimiento logrado solo por un ser,
Que abruma las memorias remotas que jamas existieron,
De un pasado aún más lejano. 
Donde ni el bing bang tuvo que ver.
Está en la belleza de la existencia misma,
De verlo en el esplendor de la vida,
En los recuerdos de mi infancia,
De las risas que convoqué, y la ternura que infunde.

Ya no importan los cómos, qués, ni cuándos.
Quiero quedarme atornillada al suelo 
Aunque tarde, nunca o pronto termine en eclosión. 

Pero sentir día tras día esto, parece una bendición.
Que pretendo abrazar sin parar.

Porque aún si no sucede una vez en la vida,
De seguro es única en si misma, en ti y en mi. 
En nosotros.

La vida tiene giros, pero que maravilloso es dar vueltas contigo.



miércoles, 23 de julio de 2014

Lo siento.

No importa cuantas veces me repita que era lo mejor.
No lo fue.
No lo es.
No sé cómo podría serlo.

No encuentro razones que me ayuden a soportar el dolor que fue dejarte partir.
No sólo eso, sino que te lleve en mis brazos, para llevarte lejos de mí. 

¿Cómo puede esto encontrar paz en mí?

No la hay.
No la quiero tampoco.
No la merezco.

No importa cuantas veces repita en mi cabeza las veces que te tuve a mi lado,
Que reí, y te conté mis historias, mis penas y los secretos que nunca a nadie conté.
Los recuerdos no pueden aliviarme el sufrimiento de haber visto tu cuerpo yacer muerto bajo mis manos,
De haber sentido a tu corazón sobre la palma de mi mano dar sus últimos y fugaces latidos,
De haber escuchado tus últimos respiros donde luchabas por vivir, 
por no dejarnos.
Tu vida se deslizo por mis dedos y yo no supe hacer nada.

Era demasiado tarde.
La luz de tus ojos haba abandonado por completo tu cuerpo,
Y una parte de mi, había muerto contigo,
Y se había llevado lo mas hermoso que había logrado ver por tantos años.
Y que no supe jamás apreciar más que cuando te perdí, y ya no había nada que te pudiera regresar a mi lado.

Había estado a dos centímetros de apartar esas agujas de ti y huir, 
Lejos, no sé bien donde, solo tu y yo.
No sé con que fin, pero estarías aquí junto a mi. 
Y eso habría sido lo único importante. Lo único que necesitaría para ser feliz.

¿Fuiste feliz horas y días antes?

A veces me lo pregunto, puesto que todo el mundo decía que sufrías, 
Pero yo no te veía así, 
Estabas como deberías estar a tu edad, he incluso mucho mejor,
Le habías ganado a la enfermedad más cruel el año pasado, 
Y te veía levantarte cada día.

¿Eran esas tus ganas de vivir? 
¿O solo tu instinto de sobrevivencia natural?

¿Extrañabas el no poder vernos, ni escucharnos?

Porque yo no he envejecido ni un par de días luego de que te fuiste,
Y extraño con toda mi alma no verte, y no escucharte.

Tenías tantas ganas de estar junto a nosotros,
Que luchabas cada día contra las puertas cerradas, murallas y cortinas, 
para poder encontrarnos.

¿Estabas triste?

Porque yo ahora no puedo dejar de sentirme triste por tu ausencia.
Por no poder sentirte junto a mi.
No poder tocarte.

¿Cómo puedo dejar de culparme por no haber luchado mas fuerte por tu vida?

Por la decisión a la que forzada tuve que aceptar sin peros,
Cuando dentro de mi habían todos los peros habidos y por haber.

¿Estoy acaso, siendo egoísta por sentirme así?

Me repito una vez y otra vez que pude haber hecho más, 
Haber tenido más palabras, más razones para convencer a los demás.
Más fuerza para apartarte de quienes decían que era lo mejor.

Más fuerza para darnos la oportunidad de volverlo a intentar,
Volver a intentar tenerte junto a nosotros en cualquier condición 
Sólo para tenerte un día más, más horas o minutos, pero mucho más.

Luchar tan fuerte, como a ti te veía luchar todos los días.

Perdóname. 
Por ser tan débil. Por haberme dejado convencer y rendirme.
Cuando pude haber hecho más.

Pudimos haber sido menos egoísta y limitados,
 y haber hecho lo imposible para que todos estuviéramos felices junto a ti.
Como sé que hubieses querido.

Para variar, creo que desde siempre supe que nunca te merecimos.

Eres el amor mas puro que he llegado a ver, sentir y conocer.

Nunca te llegamos ni a los talones,
Ni siquiera en el final de tu vida.
Yo lo siento. Siento por no haber podido hacer más.


domingo, 13 de julio de 2014

Recuerdo aquella vez...

Esa noche lloré con toda la fuerza y el dolor que creí haber perdido y olvidado.
Pero ahí estaba y no tenía poder alguno sobre mi misma, era una angustia, una frustración que se había apoderado de mi otra vez.
Que provoco que se desataran las palabras que tantas veces pensé, tras largas noches, tras largos años, que tantas veces dije en mis peores momentos, y circunstancias. 
Pronuncié mi deseo más oculto, pero esta vez con él frente a mí, entre lagrimas le dije:
- No quiero quererte más, no quiero, no quiero. Lo intento con tantas fuerzas y no puedo. ¿Por qué no puedo dejar de quererte?
Me encogí sobre mi dolor y él solo supo abrazarme en silencio. 
Entre mis lagrimas que se desbordaban sin control no lograba ver con claridad su rostro, pero lo sentí receptivo. Me estaba apoyando apesar de las palabras angustiosas que le había arrojado. 
Me pase la manos sobre el rostro para intentar calmarme, y con ello pude al fin ver su rostro. Me miraba con absoluta tristeza, pero no lloraba, era aún más profundo que un llanto, tenía una carga sobre si mismo que quería aliviar, pero estaba muy lejos para intentar siquiera alcanzarlo. Fue como si lo hubiese perdido en un dolor, que no podía comprender.
Que no quería volver a ver reflejado sobre mí. Como la culpable de herirlo.
Quería ser egoísta y no pensar más que en mi dolor, que era como un refugio a prueba de balas, donde solo importaban mis problemas. Pero no los de él. No él.
Pero logro traspasar todas mis intenciones, y entonces lo abracé, bajo una absoluta contradicción.
Por qué tenia tantas ganas de huir, y a la vez ahí me hallaba anclada a su cuello,a su olor, a sus brazos porque temía perderlo. Temía que huyera, aunque parecía que siempre estaba empujándolo para probarlo, para llevarlo al limite de su paciencia. Para probar su resistencia a mi misma. No era yo solo la que quería huir, quería que él escapara. Ponerlo al borde para que me dejara.
¿Por qué?
Mis lágrimas no se podían detener mientras mas me daba cuenta de quienes eramos. De quien yo era. 
Entonces él me aparto, y puso sus manos sobre mi rostro para obligarme a que lo mirara, pero tenia demasiada pena, demasiadas lagrimas para afrontarlo así, pero ahí me retuvo hasta que lo mire. 
Me susurró de manera suave:
- Tranquila -me dijo, mientras me hacia cariño en el rostro, intentando apartar el cabello de mi rostro, hecho un desastre.
Inspire y bote el aire, intentando detenerme. Él me esperaba paciente y en silencio, como nunca antes lo había sentido o como no recordaba que fuera de forma tan gentil. Y entonces me susurro con suavidad: 
- Sabes lo difícil que es para mi escucharte decir que no quieres quererme, cuando yo lo único que deseo es quererte aún más, cada día más.
Y entonces, fue como si esas palabras le hubiesen vertido un bálsamo a mis heridas, a mi dolor. Y retumbaron como ecos dentro de mí. Para poder impregnarlo, e imprimirlo en mi alma. Realmente no tenia noción alguna de su propia lucha, sus propios dolores. Siempre suele ser tan reservado frente a sentimientos tan frágiles que exponérmelos siempre han sido un shock eléctrico. 
Que lo miré como si mi dolor jamás hubiese existido, se encogieron para darme fuerza a protegerlo porque se sentía tan inseguro como yo.
- Lo siento, también quiero quererte más y más. Pero a veces me resulta insoportable porque por mas que te quiera las cosas no son como quisiera que fueran. Y entonces ahí deseo no quererte porque sería más fácil de esa forma. Pero no logro dejar de quererte, siempre te voy a querer y eso me aterra. Me aterra saber que no importan los años que pasen estas tatuado sobre mi corazón. Y pareciera que no hubiesen mas espacios que para ti. Y me duele, porque quisiera con toda mi alma estar a tu lado de la mejor forma y no torturándonos mutuamente por cosas que no logramos cumplir del otro. Porque lo peor de todo es que sé que nos queremos tanto como para seguir juntos una tras otra separación, pero aun así no es suficiente para mantenernos juntos por mucho tiempo. Es frustrante. Porque aunque intentamos ser mejores esta vez, avanzamos un paso y luego retrocedemos dos más. Es incesante.

A medida que más me sinceraba, más lo hundía en vez de consolarlo. Y mas lo sentía resguardarse nuevamente sobre mas murallas, que ya no me sentía capaz de seguir escalando, se encerró sobre sus propios sentimientos, sin comprender la inseguridad de los míos. Se sintió mas herido que comprendido. Y yo no logré decir palabra alguna más, y así fue como terminamos en silencio una vez más. 

Estamos conectados.

Las personas con las que nos topamos en nuestra vida,
Que consideramos tanto fundamentales como desapercibidos,
No están por azar alguno.

De alguna forma estamos atraídos los unos a los otros por las circunstancias.
Sino, por qué siempre recogemos algo de esas personas?

Sea algo diminuto o grandioso,
Quedan huellas a su paso, que no se desvanecen como pisadas borradas por el mar,
Es el tiempo el que hace que no recordemos lo esencial que fue simplemente estar ahí.
El escuchar, ver o sentir.

Es una infinita cadena de sucesos que nos traspasamos los unos a los otros.

Y que las personas solemos rehuir,
Evitamos  influencias por juzgarlas buenas o malas,
Pero no sabemos que esto, es lo mas esencial 
De lo que nunca podremos escapar.

Fluimos los unos con los otros,
Pasamos a través de ellos, y significamos algo.
Nuestra existencia misma le da valor a la existencia de los otros.
Y así sucesivamente.
Tenemos un poder que aún no logramos comprender,
Una fuerza invisible que trasciende entre nosotros,
Que nos mueve, en nuestras acciones y pensamientos.
Capaz de hundirnos o engrandecernos en un segundo.
No son solo las palabras, son las acciones, las ideas que nos traspasamos,
Los sentimientos que liberamos,
Las emociones que desatamos,
Remueven a todo espectador,
A todo cómplice. 
No importa si fue visto o no, será traspasado a todos,
Sin duda, sin limites.

No comprendemos las señales que nos otorga la vida cada día,
Pasamos absortos en nosotros mismos, que no nos detenemos a mirar,
A escuchar al otro, a conectar con la misma vida que nos rodea.
Hay un significado dentro de cada creación, de cada piedra puesta sobre la tierra.
Y esto no nos da respuesta alguna sobre el futuro,
Nos habla del presente.
De lo que esta pasando más allá de nuestra propios latidos.

Aún no comprendemos que no vivimos en soledad.
Estamos todos unidos, y puede que jamas nos topemos frente a frente,
Pero mi propia existencia cambiara la tuya.
Puede que nunca oigamos ni sepamos de la cadena que empezó por mi,
O por ti. 
Pero llevamos la historia de todos dentro de nosotros.
No son coincidencias.
Son propósitos que buscan ser respuestas.

lunes, 30 de junio de 2014

Simplemente vivamos.

Hay una cosa que sé con certeza.
No importa cuánto tiempo tome, o cuantos caminos tenga que recorrer.
Esta es mi vida, y debo hacer lo mejor con ella.
No importa lo que pase, ni cuantas veces me logre ver a mi misma sobre mis propios errores,
O sobre las dificultades que la vida me pueda presentar,
Me encargaré de enfrentarlas con el espíritu liviano, con comprensión 
Y una extensa sonrisa que no me dejará jamás.

Pretendo seguir maravillandome de todo lo que me rodee,
Desde el mismo grano de la tierra, hasta la estrella más brillante en el cielo.

Agradeceré cada segundo y cada minuto lo que es poder vivir.
Vivir la alegría, y el dolor.
Las maravillas, y la misma miseria.
Los perdones y las traiciones.
El amor y el odio.

Tengo un solo propósito, no quiero comprender más el por qué de la vida misma,
Quiero seguir respirando para gozarla con todo lo que posee,
Al igual que quienes me rodean, y a quienes he dejado en el camino.
Que aunque los extraño, los atesoro con el mismo cariño que sentí y sigo sintiendo por ellos.
Quiero dejar los orgullos, los planes, el rencor, y todo lo malo que me impide 
Simplemente vivir, y fluir.

No importa cuantas veces me derrumbe, sé que saldré a flote tarde o temprano, 
Porque como dijo el dicho "No hay mal que dure cien años" 

No tendré expectativas de como tienen que ser o no ser,
Las dejaré simplemente ser.
Evitare la auto compasión y me enorgulleceré de lo que encanta y brilla por sí mismo.
Luchare contra las decepciones, y seguiré caminando expectante de lo que venga.
Porque no hay más belleza que la intriga que hipnotiza a mis pensamientos,
De no saber qué viene, quién es, qué siente, qué pasará?

Supongo que son preguntas que alimentan y entretienen la misma existencia.
Que nos mueve a buscar más.
Por lo que digo: vamos por otro día más, por otra experiencia que apilar junto a las otras.
Sigamos aprendiendo de nosotros mismos y de los demás.
Recopilemos memorias de lo que existe.
Porque puede que un día simplemente ya no podremos beberlas con tal avidez,
Habrá un día en que no podamos más abrir los ojos,
No podremos amar, no podremos simplemente estar. 
Hagamos de esta única vida que conocemos, la mejor. 

martes, 24 de junio de 2014

Está la bondad pérdida o mancillada?

Que noble sentimiento, es el poder amar.
Que belleza contiene en sí misma.
Que está envuelta en sentimientos de compasión,
de esperanza, ternura, empatía y alegría.
Tanta bondad y pureza en un sentimiento,
que me hace preguntarme,
quién habrá sido el creador, de tan maravillosa obra.

Qué tanta oscuridad puede caber en el mismo ser,
que creo tan brillante esplendor?
Será poseedor de los mismos defectos que los demás?
Será que hemos mal interpretado su perfección?

Y somos realmente sus exactas réplicas.

Que no hay perfección, más que en el equilibrio, 
que significa poder amar y odiar con la misma fuerza?
Y el acertar tanto como equivocarnos?
Y caer al igual como levantamos?

Que como nos perdonamos nuestros defectos,
podemos perdonar el de nuestro creador,
y de quienes nos rodean.
Porque no hay mayor bondad que aceptar, 
que a pesar de nuestros errores, y malas acciones,
dentro de cada uno hay amor suficiente para ser igual de bueno,
que la persona más cruel? 
Que no hay personas pérdidas, sino solo personas,
que caen aún mas bajo que otros,
pero personas al fin y al cabo.

Hechas de la misma naturaleza que nuestro creador
que nos atormenta con sus creaciones,
día tras día.
Que nos trae toda clase de horrores,
pero que también nos muestra con la misma fuerza, y frecuencia
la bondad, la belleza, y el amor.

Será que estamos siendo aún más duros de lo que deberíamos ser?

Quiénes somos, para ejecutar la vida de alguien, solo porque ha arrebatado
el alma de otro, porque ha usurpado y violentado la tranquilidad.
Será que quién mismo nos hundió hasta el punto de perder toda esperanza
en la bondad, de odiar la propia existencia,
realmente también puede amar, con tanta fuerza como cualquier otro.
Es este amor entonces un veneno?
Corrosivo porque es una mala persona?
Está este amor mancillado de maldad, que no tiene una forma bondadosa?

Por qué, aún no logro encontrar respuestas
a tanto sufrimiento, y al oscuro lado de la vida?

Seré acaso una persona demasiado optimista?
Será que no puedo evitar en creer que no puede existir por completo la perdición, 
y la maldad, sin haber bondad en el mismo cuerpo?



domingo, 8 de junio de 2014

Así somos.

Estábamos molestándonos y riéndonos de la verdad de quiénes somos con una confianza y sinceridad que no pude más que retorcerme de felicidad en el momento, porque no teníamos miedo de aceptar y burlarnos de cómo nos vemos el uno al otro, que me dieron más ganas de seguir jugando con él y sus reacciones. Entonces dejé de reírme abruptamente, maquinando mi plan. 
Me puse seria porque aunque quería exagerar la próxima afirmación que le diría, en el fondo de mi corazón aún temía por lo que fuese a responder.
Él entonces se sorprendió del cambio que vio en mi rostro, pero espero con paciencia ante mi cambio de humor.
No quise mirarlo a los ojos por miedo a descubrir la verdad y la trampa de mi propio juego. Me miré las manos y le susurré despacio, como si las palabras temiesen herirlo, para herirme a mí en el proceso. 
- Tú me odias, cierto? -le dije abruptamente, que pude saborear la amargura sobre mis labios. Quedó sorprendido ante mis palabras pero espero a que terminase de hablar-. Tu corazón es muy grande y bondadoso, pero en algún rincón de el, aunque pequeño, lo estas usando para odiarme -le susurré.
Entonces, me arme de valor y lo miré. Su mirada ya no era de sorpresa, sino suave, compasiva y llena de ternura.
Lo vi abrir sus labios despacio, como si las próximas palabras que fuera oír, fueran las últimas.  
- No -dijo, con una suavidad y firmeza en el sonido de sus palabras que parecía que me hubiese acariciado sin necesidad de contacto alguno-. Lo uso para quererte. 
Y me miró directamente a los ojos cuando termino la frase, que creí que se me escaparía el oxígeno de mis pulmones. Había caído en mi propio juego, que me mordí la lengua de pura vergüenza, él me ganó, otra vez. 
Había terminado siendo yo la sorprendida, le tenía aún menos confianza de lo que creía. Pobre, soy de lo peor. 
Sus palabras habían logrado calar profundamente en mi corazón llenándolo de calidez. 
Supe ahí con toda certeza, que él me veía. Podía leer con claridad quién era yo, con mis miedos e inseguridades. No sólo eso, el quería esa parte de mí, la quería proteger y cuidar. 
Me había conmovido hasta el último nervio de mi cuerpo, el último recoveco de mi mente y en la terminación de mi alma. 
Me veía y me quería igual. 
Al fin. Suspiré. Podíamos comenzar de nuevo, mucho mejor. Le tome la mano, y se la apreté con suavidad. 
- Lindo -le susurré-. Entonces tu corazón grande lo usas para quererme mucho? 
- Un poco nada más - me dijo seriamente. 
Seguía siendo él mismo, sonreí. 
- Ese corazón grande es todo para mí? -me burlé.
- Solo un poco -volvió a decir. 
Lo empujé, y se burló de mí, riéndose. Me reí también, lo abrace fuerte. 
Así lo quería, tal cual. 

miércoles, 4 de junio de 2014

Tu y yo. Juntos.

Por qué te quiero tanto?
Por qué me quieres tanto?
Por qué nos tenemos que querer así?

Cada uno con sus propios miedos,
Sus orgullos fuertes
Y sus convicciones fijas.

Por qué nos tuvimos que enamorar?

Así tan tercos y tenaces el uno con el otro.
Tan frágiles e inseguros a la vez.
Eso escondemos bajo nuestras propias murallas que nos separan el uno con el otro.
Cuando creo no poder apartarme más construyéndolas, sueles construir el doble de lo que yo lo he hecho.

Por qué, por qué nos tuvimos que mirar? 

Donde a pesar de las distancias que nos imponemos por miedo a sucumbir ante el otro,
Nos une tan fuerte de igual manera.
Nos hace ahogarnos en felicidad.
Que volvemos a romper de cero las murallas que nos apartan
Y los ecos de nuestras risas retumban con fuerza y propia voluntad.

Voluntad para llevar luz y calidez a nuestras almas.
Para juntarnos de manera arrebatadora.
En las que no puedo más que desear otro día, otro minuto, y más vidas junto a ti.

Que con la misma fuerza con la que nos apartamos, la misma siga uniéndonos.

No sé por qué, pero nos amamos.

Aún bajo las situaciones más adversas,
Bajo nuestros orgullos heridos,
Las heridas acumuladas,
Las memorias dolorosas 
Y la pila de errores que nos siguen.

Aún, aún podemos amarnos con tal fuerza que me abruma.
Me aterroriza su poder igual o mayor al océano.
Que no sigue rumbo, ni fin, no deja a sol ni a sombra, ni al son ni sazón.

Por qué me quieres así, con tantos miedos a perderme? 
Por qué te quiero así con angustia por la idea de estar sin ti? 
Que no seré feliz si no lo eres, y que no viviré si mueres.
Mi vida esta unida a la tuya mas allá de ser compañeros, sino de alimentarse de ella. 
Puedes vivir lejos de mi, y estaré feliz.
Pero no puedes no existir.

¿Qué mundo sería este, si no estuvieses para ser la persona mas testaruda y arrogante?
Pero eclipsando con ternura, preocupación y amor por quienes amas.
Qué existencia más vacía el no lograr imaginarte creando la magia en algún lugar remoto de ser tú.

Te quiero tonto. 
Y sé que tu también a mí, 
Mi corazón ya no alberga duda alguna.
Puedo ver a través de ti, como tu ves a través de mi.

Qué gloria es ésta de poder conocerte por entero y seguir amándote con tanta fuerza.
Con tanta pasión.
Sigo recorriendo los infinitos lugares de tu alma que me dejan sin respiración.
Qué encanto, y hechizo es éste en el que aún apartándonos volvemos sin querer a tomar el mismo rumbo juntos. 

Qué dicha es ésta de saber que seguimos eligiéndonos al final del día. 

La niña de antes.

Quisiera volver a ser aquella niña,
que no tenía preocupaciones, ni noción sobre la realidad.
Que creía que sus actos no eran más que acciones espontaneas
que no tendrían consecuencias futuras.

Quiero dejar de pensar en mí, y en lo que debo hacer,
y concentrarme en las platicas comunes y corrientes,
que circulan de boca en boca,
que solo son el goce de la superficialidad.

Quisiera caminar ciega sin pensar las cosas dos veces.
Y solo plantarme a vivir porque sí.

Ir con ingenuidad acerca de la vida,
de los que me rodean,  y de mi misma.

Y no cargar esta amargura que no deja que pueda proyectar mis sueños.
Que aunque los poseo y me los imagino; en ellos no me regodeo.
Solo son posibilidades remotas, en los que no deposito confianza alguna, ni certeza.

No tengo expectativas ni de la vida,
ni de mi, ni los demás.
La vida surgirá como quiera,
incluso aunque yo lleve flotadores sobre mi barco
en caso de tempestad.

Hago como se deben hacer las cosas, no por lo que venga,
sino para tener certeza de mi misma en el hoy y ahora
de que estoy haciendo las cosas bien.
No porque busque un destino sobre mis buenas obras,
sino por la simple satisfacción que me causa
el saber que hice lo que pude en su máxima expresión,
lo que me brindará confianza para nunca arrepentirme,
y nunca mirar atrás.

Quisiera volver a ser aquella niña,
que volaba con la creencia de que las cosas tienen que funcionar
por el simple hecho de haber obrado bien, y correctamente.
De que los sueños pueden ser alcanzados, y obtenidos,
por una firme convicción.

De que si le entrego 3 manzanas a alguien
las mismas manzanas me regalaran.

Nada de eso es cierto
las cosas pasan porque tienen que pasar,
no hay bases que puedan sostener que no lo harán,
ni explicaciones del por qué suceden.

Y por mucho que quisiera volver a ser aquella niña,
para proporcionarme más pureza,
me doy cuenta que a esa niña le tengo lástima,
porque va ciega, e ignorante de como son las cosas,
y que tarde o temprano caerá del mismo árbol en
que yo he caído tantas veces.

Y que aunque sobre el suelo me encuentro,
me doy cuenta que las bellezas que ahora vislumbro,
son reales, y su goce es aun mayor, que el de un invento de mi imaginación.
Que lo que me toca sobre los pies,
es aún más puro que mis ideas sobre su significado.
 Y doy gracias, porque apesar de la alteridad de la vida,
sigo encontrándome de manera casual, con personas, y situaciones grandiosas.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Recordatorio de mí misma.

Debo recordar todos los días que no debo avergonzarme de quién soy,
de cómo procedo en la vida y mis decisiones,
porque no poseen deseo de herir, ni faltarle el respeto a nadie.
Debo recordar no avergonzarme de quien soy, ni el cómo hago las cosas.
Defenderme ante todo.
Porque aunque eso signifique perder a quien mas he querido,
significa entonces simplemente que no he podido ser comprendida.
Ni avalada.
Pero que no tiene absolutamente nada que ver con cómo soy,
sino por como soy aceptada y valorada. 
No significa que deba imponerme ante otro,
sino recordar que es muy distinto ser una misma,
que ser alguien que pasa por encima de los demás. 
Quererme ante todo. Valorarme ante todo. 



martes, 27 de mayo de 2014

Madurez o Resignación?

Me pregunto tantas veces, si he madurado
o he perdido.

Acaso la pasión de mis sentimientos se ha extinguido?
Puesto que ya no deseo más de lo que poseo,
y nada es capaz de abrumarme tanto como solía serlo.

He cambiado,
excepto cuando se trata de ti
que aunque no quema como solía,
ni asfixia como podía,
si me remueve nervios, miedos
y inseguridades, que aunque pequeñas,
despiertan.
Justo cuando las creía muertas y desvanecidas.

Pero sigo preguntándome,
es esto lo que quiero ser ahora,
o ser como solía?

Significara esto, que algo desposeo y extraño,
o simplemente he crecido?

Me estoy amargando con el tiempo?
o es la realidad la que esta pesando sobre mis hombros,
que antes soñadores, hoy están crudos.

He perdido la capacidad de desear más?
De plantearme futuros inciertos y mágicos?
Y me he resignado simple y llanamente a vivir sobre lo que estoy pisando?

Agradecer los instantes que me sorprenden y
me absorben de felicidad,
en vez de esperar por una felicidad nada cierta o certera.

Me he resignado a soñar?
O solo he crecido?

Estaré durmiendo sobre mis sentimientos,
porque sino aún no enloquezco y me ahogo
Por qué no logro sucumbir al daño?
Por qué no logro arrodillarme ante nada?

Estoy respirando o yazgo sobre mis sueños perdidos?

Porque nada encuentro, nada busco, nada extraño.

Pero si estás a mi lado, juro que eres lo más cercano
que tengo a la pasión, a la locura, a los extremos.
Que aunque no daña, aún logra asustarme.

Logras que me sienta viva.

miércoles, 21 de mayo de 2014

No hay más que tú.

No hay un lugar más cálido
Que cuando estoy envuelta en tus brazos

No hay un brillo más deslumbrante
Que el que desprende tu sonrisa

No hay viento más puro sobre mis oídos
Que el que siento cuando oigo tu voz

No hay mejor reflejo de mi misma
Que el que veo en tu ojos cuando me miras

Y comprendo que, me has seguido amando todo este tiempo.
Que me has esperado para tenerme a tu lado, y que tu mayor deseo soy yo.

Por lo que no he estado sola admirándote,
Tu tambien has estado ahí deseándome.

Este lugar en el que nos reunimos 
A través de los años, es el más
Acogedor en el que he estado.
Porque no hay milagro más puro
Que descubrir que hemos seguido
Queriéndonos.
Que no hay memorias nuevas que puedan cambiar lo que por dentro llevamos.

Tu y yo.

Así siempre ha sido, es y seguirá siendo.

Quisiera decir que he estado enamorada del mismo hombre siempre, 
pero no es cierto, me he enamorado de ti de distintas formas, y sentidos,
Lo que nunca ha cambiado han sido
Nuestros nombres.
Pero los sentimientos y quienes somos nunca han sido los mismos.

Que milagro el descubrir que podremos seguir enamorándonos aún apesar del tiempo.

Esto es verdaderamente amar.

Te quiero.

viernes, 18 de abril de 2014

Existimos.

Fue entonces cuando él dijo: Ya no tendría sentido seguir prometiéndote que viviría cien años, si tu mueres.
Y sus ojos se volvieron increíblemente tristes al pronunciar esas palabras; al imaginar un mundo sin mi. 
En ese momento, algo muy profundo me hizo sentir tremendamente triste, y a la vez feliz.
Él no podía vivir igual si no viviese a su lado.
Y entonces comprendí, que no estaba sola. 
Él estuvo a mi lado todo este tiempo, y yo no lo pude ver. 
Me tenía, era suya. Y yo tampoco sentiría la vida tan hermosa como la veo, si no existiese él.
Si el moría, todo me parecería extraño e incomprensible,
la vida no tendría el brillo ni el sentido que él le da mientras respira, mientras es feliz.
No importa si es lejos de mi, o a mi lado. Su existencia estaba adherida a la mía. Y nada podía remediarlo. 
No tenía miedo, porque ya no me importaba el futuro, solo quería vivir junto a él, hoy, ahora y siempre.

Su sentimiento de soledad y tristeza si yo no lo acompañase en la vida, me hacía sentir completa.
Él sentía lo que yo sentía, y era lo que había estado buscando por tanto tiempo,
que me encogí y el amor me inundo de maneras incomprensibles, golpeándome como una avalancha. Solo que esta vez, no huí.
Me quedé, a sentirla por completo.
Y me sumergí sobre lo que nunca comprendí.
Él me quería a su manera, pero siempre me quiso.
Era maravillosa para él, por simplemente existir. 
Eso lo era todo, todo para mi. 

Había estado hiriéndome, humillándome en soledad pensando que no me quería lo suficiente,
que cuando al fin lo vi, no pudo más que conmoverme hasta el ultimo nervio de mi cuerpo. 

Entonces, al fin pude verlo.
Al fin lo vi a él tal cual, no con imágenes que me inventé en la cabeza,
ni etiquetas que no le pertenecían a su manera de ser.
Él era aun mucho más esplondoroso de lo que había estado creyendo,
él era todo para mi en esta vida.
Y mis sueños, eran sueños junto a él.
Mi alegría anhelaba siempre ser la suya. 
Probablemente siempre querría más, pero comprendí que a pesar de ello.
A quien siempre terminaría eligiendo sería a él.
Al igual como él, que por sobre todo, me escogía a mi.
Yo era su prioridad. 
Él moriría intentando salvarme. Al costo que fuera, al igual que yo a él.
Podríamos estar locos, pero era amor.
Y el amor no es sólo paz, es pasión por el otro, es locura, es desgarrador, es incomprensible, pero existe, esta ahí. Y no puedes simplemente darle la espalda.


martes, 8 de abril de 2014

Promesa a mi misma.

Prometo jamás volver a pedir disculpas por ser quien soy.
Prometo jamás sentir pena por mi misma.
Y amarme por sobre todas las cosas y acciones.
Sentirme orgullosa de que a pesar de mis defectos, no busco el mal ni se lo deseo a nadie.
Y eso es infinitamente más puro que cualquier perfección que alguien tenga sobre mí. 
Prometo sentirme orgullosa de mis sentimientos y de expresarlos con claridad.
Y no sentir vergüenza por su intensidad.
No seré victima por ello, pero tampoco culparé a quien no los entienda. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Vivir.

No importa cuánto caminemos,
ni lo mucho que vivamos.
Si mientras lo hacemos no vamos mirando.
Ni escuchando.

Hay que detenernos a beber cada palabra,
cada mirada, cada respiro, de forma lenta y suave.
Entonces lograremos sentir lo hermoso que es vivir,
llorar, y seguir siendo una y otra vez.

La belleza de vivir es disfrutar de quiénes nos rodean,
nos aman, y podemos amar en retorno.
Quienes nos hacen sonreír, y podemos hacer reír.
Poder tener la capacidad de cuidar de nosotros mismos,
como de lo que nos rodea, es la belleza de poder vivir.

No es ser eternos.
Ni perfectos.
Ni ser siempre felices.

Es disfrutar cada día, como si fuera el último.
Agradecer porque a pesar de nuestros peores días,
aún hay luz que seguir disfrutando al día siguiente.
Aún hay personas que podemos seguir conociendo
y amando.

Podemos amar.
Podemos admirar.
Podemos respetarnos.
Podemos agradecer.

El ser humano esta dotado de tantos regalos.
tanta vida a su al rededor.
Pero lo desperdicia en días de miseria,
soledad, y autocompasión.

Sí, hay cosas injustas, hay cosas desgarradoras.
Pero aún nos queda vida, aún nos queda tiempo,
aún nos queda aliento para hacerlo mejor.
Porque siempre hay algo que podría empeorarlo.
Pero mientras sepamos como luchar, como resurgir.
Nada sería tan difícil, ni tan doloroso, si logramos sobrevivir.
Para ser feliz un segundo más, un minuto más.
Solo un día más basta para que olvidemos,
para que dejemos toda la miseria detrás.

Por lo que te pido que te quedes,
y vivas por tener este pequeño regalo, pero tan inmenso
que abruma a tu corazón,
y lo entumece cuando no está.
Esa es la grandiosidad de vivir.

martes, 18 de febrero de 2014

No hay pausas, sin fin.

Planeamos tantos sueños, 
algunos se cumplen,
otros aun no.
Pero otros apesar de ser cumplidos, se rompen a medio camino.
Y sufrimos.

Por qué, qué paso con lo que tuvimos, con lo que hemos logrado?
Por qué se ha terminado el sueño?
Por qué no se ha mantenido durante el tiempo, luego de ser cumplido?

Qué va mal, en nuestras vidas que nada puede salir bien?
Que no importa las decisiones que tomemos, o como lo obtengamos.
simplemente se desvanece igual.
Para ponernos más dificultades, más dolores.

Es una batalla exhaustiva, sin final.
Ni en el ultimo respiro que damos en vida, lo damos con tranquilidad.
Todo es caos.
Una nueva batalla que ganar,
un nuevo sacrificio que hacer.
No hay paz. 
Solo pequeños momentos, que debemos conservar y gozar hasta la ultima gota.
Porque pronto el vaso se volverá a vaciar, 
y habrá que ponernos nuestras armaduras, para volverlo a llenar.
Y así sucesivamente, nacemos y no hay vuelta atrás.
Lucharemos hasta el final. 
No hay descanso, no hay felices por siempre. 
No existe la perfección.
Solo instantes perfectos.


lunes, 17 de febrero de 2014

Bailando.

Esta noche bailé sobre mis penurias,
pisando el dolor de extrañarte, 
de imaginarte en cada rincón.
De sentirte tan cerca, 
que tu aliento roza sobre mi oreja y me excita.
De abrumarme con el toque de tus manos sobre mis caderas
y de tu duro pecho sobre mi espalda
que sucumbo al placer 
de imaginar que estas tan cerca, tan mío, 
tan tuya, y que no es cierto.

Baile sobre tu sonrisa,
una y otra vez la vi frente a mi.
Que su brillo podía tocarme el alma.
Y arrodillarme sin piedad.

Baile de felicidad de imaginar 
que eres mío.
mientras lloraba porque la imaginación no podía ser mas cruel

Pero seguí bailando,
porque la fantasía me trae tu presencia
tu olor, tu calor, y el amor que perdí.

Duele bailar así 
como si el mundo girara conmigo,
pero en realidad es solo mi esfuerzo por intentar seguir girando con él
pues sé que aun no lo hago,
no mientras no estés aquí.
Pero duele, 
duele pensar que estoy en soledad, sobre sentimientos que son solo míos
e ideas tan apasionantes que sólo viven en mi cabeza, mi corazón,
mi alma, y mi destino.
Pero que en el tuyo nunca estuvo.
Pero bailo,
porque no me queda más que el goce de mentirme 
bajo tus memorias.

martes, 28 de enero de 2014

Punto medio.

Qué tan dificil era decir que no podías vivir sin mí? Qué tan dificil es luchar por mí? Y quedarte. Quedarte conmigo. Llegar a un acuerdo segun los deseos de los dos y no solo de uno. No ceder. Llegar a un punto medio. 

sábado, 18 de enero de 2014

Odio y quiero.

Tener que admitir lo inevitable.
Te extraño. Pero odio saber que tu no.
Odio saber que nada se puede hacer.
Odio,
odio tener que extrañarte.
Más odio tener que acordarme aún de ti,
de tus expresiones, de tu piel, de tus palabras, de tu amor, de tu posesión, de tus imposiciones.

Que aunque más las odio , odio tener que extrañarlas como a ti.

Y quiero tenerte aquí, con todo aquello.
Pero por qué, por qué no me amas más de lo que deseas?
Por qué no te amo más de lo que deseo?

Somos acaso dos personas en busca sólo de lo que queremos,
en vez de detenernos para simplemente amarnos y disfrutar de tenernos,
solo por el placer de lo que significa estar juntos?
Por qué queremos más?
Acaso hemos perdido la oportunidad de nuestras vidas,
porque no hemos sido capaz de dejar de lado nuestros orgullos?
Nuestra necesidad de que la vida nos de exactamente lo que buscamos?

O por que no hemos sido capaz de ceder el uno por el otro?
Porque sé que te acostumbre a darte todo,
será ese mi gran error?
O es el tuyo que no supiste darte por entero a mi?
Cediendo a mis imposiciones como yo cedí a las tuyas? 

Quisiera, quisiera que estuvieras aquí. Para mí, y yo solo para ti. 

Punto final.

Quisiera escribir tanto. Pero tanto más quisiera no seguir dándole vueltas al asunto. No hay nada más que se pueda hacer.

domingo, 5 de enero de 2014

Paranoia, adiós!

Cuál es esa sensación donde estas todo el tiempo creyendo que te van a dejar? 
Ah, sí. Paranoia.
No importa si esta pasando algo o no, 
lo cierto es que pasas todo el tiempo preguntándote si alguien más se va a marchar.
¿Quién ya vio todos tus defectos y saldrá huyendo del huracán que llevas dentro para aplastar a quien sea? 

Se han dado cuenta que eres una abominación de persona, que no sirves ni eres de confianza en absoluto.
Y si alguien ya no te habla, te creas mil teorías en la cabeza de qué has hecho, si fue lo del otro día que mencionaste con maldad.
O si fue algo más de lo que se ha enterado, o si alguien le habrá dicho algo que no es cierto.
Y así pasan los días y comienzas sutilmente a rogarle a las personas que te hablen, que te vean.
Solo para confirmar si tu teoría es cierta.
Porque si pasa algo o no, hay algo que estas sintiendo y puede que sea paranoia como no. 

¡Es una locura! 

Como tanta fragilidad en un ser? 
Tan poco amor por si mismo? 
Que tiene que estar cuidando de quien lo deja y quien no.
¡Es tan lastimero! 

Quien no le gusto algo que lo diga de frente y aclare su juicio, 
por lo que si se va, bien
y el que no pues que disfrute la estadía.

Mientras pueda. 

sábado, 4 de enero de 2014

Se ama porque se ama.

Me adentré en una relación, donde tenía que esperar que se enamorara de mi.
Cosa que nunca ocurrió.
Y cómo iba a ocurrir, si tenia que hacer que se enamorará.
En vez de que fuese algo natural e instantáneo, algo que formase parte de él con solo mirarme,
algo que naciera del fondo de su alma para llenarlo por completo.
No algo que se haya construido para ser amado, sino algo en su misma esencia.

Que se ama porque se respira.

Tenia que ir día a día apilando piedras y maderas para construir una casa de confianza,
para que pudiera verla y lograr que confiara en mi.
Pero cómo, si no ve quién soy desde el primer momento, cómo esperé que lo viera después?

No creyó en mi amor, y me derrumbé.
Como si no fuese posible ni creer en mi, nunca más. En absoluto.
Me pisoteé a mi misma de regalo, y me cansé.
Me cansé y deje de amargarme por lo que no fue.

Y salí, salí a respirar, a encontrarme en las risas de mis amigos, de mi familia, de la vida, de la gente. De la gratitud. y comprendí que valía.
Que estaba aquí. Que existía. Que alguien me veía y me respondía.
Que valía la pena quererme. Que se podía confiar en mi. Que podía creer en mi.

¡Oh Dios! ¡Volví a respirar!
Me encuentro existiendo en el mundo, entre la gente y la vida.
Y estoy feliz, tan feliz de haberme escapado de la tortura de no ser suficiente,
de acostarme cada día tratando de ser mejor.

Su única culpa es no poder ver lo única que soy,
y mi culpa es haber insistido en que lo viese.
Pero de todo se aprende.
Ya sé que no debo hacer esfuerzos para que alguien me ame.
Y que debo amarme a mi misma ante todas las cosas.
Porque al final del día la que tiene que ir a dormirse feliz, soy yo.