"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

Follow me on Tumblr!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Turnémonos.

Ven aquí, y turnémonos para gritarnos, para exponer lo diferente que somos,
para que peleemos por demostrar quién posee la verdad.

Vamos, ven, desafíemonos por el territorio que queremos ocupar, 
por demostrar que voz tiene más poder, quién reina la discusión,
qué brazo se va a torcer.

¿Serás tú, seré yo o seremos los dos?

Impulsemonos a regocijarnos en el enojo, en la indiferencia, 
que gané el silencio por un momento, que el mundo se derrumbe ante nosotros,
pero sigamos de pie. 
Que nadie se arrodille ante el otro, que sea una agonía entre los muros
porque ninguno favorecerá nada ante sus ojos.

Y quedémonos así, a la distancia. Esperando bajo el orgullo del egoísmo, de la arrogancia,
y que nos carcoma el alma,
pero ¿voltear? JAMÁS.

Sé que esperas que sea yo, mientras yo necesito que seas tu.
Sé que seré yo, y tu sabes que serás tú.

Nadie quiere perder, y nadie esta realmente ganando.
Por lo que nos volteamos buscando quién será,
volviéndose inevitable rendirse,
pero no solos, no nos turnamos esta vez,
sincronizamos como en los gritos, como en la distancia,
como en el orgullo y la arrogancia.
Y sonreímos porque estamos unidos otra vez, estamos juntos como en todo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Nuestro.


No somos tan distintos.
No pensamos tan diferente,
no queremos cosas tan opuestas.

Creí que me aterraba la forma en como tus ojos me recogen por entera,
de cómo descifran el crucigrama de quién soy,
de cómo responden a mis pensamientos
y descubres el escondite de mis palabras.

No es eso, no amor.

Somos como dos gotas de agua,
como los granos de arena,
como aquella aguja en un pajar,
muy difícil de encontrar.

Fluimos como las hojas con el viento,
como el agua entre las rocas,
y tus dedos por mi piel.

Nos seguimos como luciérnagas por la noche
que van serpenteando en la oscuridad,
en el lugar donde no me aterra saber quién soy,
ni encontrarme en tus ojos,
porque allí también estás,
sincronizado a mí como el compás de la música,
como el tambor de nuestros corazones,
como tus labios respondiendo a los míos.

Cada vez más unidos,
más similares,
más NUESTRO.