"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

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domingo, 29 de diciembre de 2013

Un cuento.

Estoy en pijama sobre la cama, cuando siento que alguien me llama, por lo que me levanto. Al salir al pasillo, me doy cuenta que están las puertas de las piezas de mis padres y hermanos, cerradas. Estoy sola. Salieron y no me avisaron, me quejo. Iba a devolverme, cuando escuche que tocaban la puerta. Me dirijo hacia ella confundida, pues todos tienen llaves. Al abrirla, me sorprendo, porque no me esperaba jamás que él me viniese a ver, menos ahora, menos después de este tiempo separados.
Y esta ahí, mirándome angustiado, como si alguna idea se debatiera en su cabeza, y estuviese en conflicto consigo mismo. Pero a pesar de su estado, no logro conmoverme.
- Hola - me dice casi en un susurro.
Pongo los ojos en blanco, dejo la puerta abierta y me volteó para caminar de vuelta hacia mi habitación con desgano.
- ¿Qué haces aquí? - digo hastiada por su presencia, sintiendo que algún reclamo de sus labios saldrá una vez más.
- Necesitaba hablar contigo, porque hay algo que aún no comprendo - dice molesto, pero no lo suficiente para ser algo de lo que preocuparse. Cierra la puerta y me sigue tras el pasillo.
Me doy vuelta, cansada de tener que hablar las cosas una vez más.
-¿Qué necesitas saber?- una pregunta totalmente retórica, pues ya sé que es lo que lo está atormentando.
-¿Quién es él?- susurra, y en su rostro se cruzan todas las dudas que posee, y que puedo leer con claridad.
Suspiró.
Sé a quien se refiere, es el hombre que ahora me esta gustando, que me hace reír, y llena de ternura mi corazón con su recuerdo. Es un hombre imposible, porque está ocupado por alguien más, por lo que esa pregunta no es tan importante, no en el grado en que él esta demandando saber.
- No es nadie - le digo cansada.
- ¿Te gusta? - la frustración de su voz la noto con claridad, y parece otra persona que no conozco, que sé que no es así realmente. Pero que resulta que me gusta, porque eso significa que aún me ama, y aún piensa en mi. Pensamientos que me derriten por dentro, logrando remover todo tipo de cansancio, de hastió, de rabia... y lo convierte en amor, el amor que siempre le tendré, que siento como una loca por él, que hipnotiza todos mis sentidos y me deja débil ante su ser. Me encojo, porque sé que me ha atrapado en sus sentimientos.
Lo miró detenidamente y me acerco con suavidad porque es mío, y quiero calmarlo, adorarlo. Dejar que piense tonteras. Le tomo el rostro con mis manos, y lo acarició.
- No, tonto. Solo me gustas tú, siempre serás tu. Cómo puede ser que aun no logres verlo, que me estoy muriendo por ti. Que te amo, que no hay nadie, ni habrá nadie que pueda jamás compararse contigo, eres el hombre que adoro por sobre todas las cosas. Tienes que tenerlo claro, saberlo. Me fascinas.
Ante mi respuesta él sonríe, cansado. Pero con ternura. Hunde su cabeza en mi hombro, y me abraza.
No soy capaz de lograr sostener mi necesidad por él a esta cercanía y le beso la mejilla con suavidad. Le beso el cuello, y paso mis manos sobre su cabello suave, y lo tiro dulcemente. Mis manos se agarran de su cuerpo con desesperación, y le acarició la espalda con adoración.
Algo en mi pecho se inunda sobre ese silencio en el que nos fundimos, atormentados tras la distancia que nos impusimos.
Él me besa la mejilla con ternura, y apoya su frente junto a la mía. No nos hemos mirado a los ojos, estamos disfrutando de las sensaciones y el descontrol que nos ha poseído.
Sube sus manos por mis brazos con lentitud hasta llegar a mi rostro. Las deja ahí y nos detenemos en ese instante. Solo sintiendo nuestras respiraciones a oscuras.

Lo amo.

Busco sus labios con desesperación, con la necesidad corriendo por mis venas.
Él me sujeta el cuello y sube su mano hacia mi cabello para sostenerlo entre sus dedos. Me lo tira con suavidad. Y estoy jadeando ante las sensaciones que me invade tenerlo cerca, tan frágil, honesto y dulce.
Lo escucho jadear sobre mi oreja, mientras nos besamos con locura. Entonces me agarra las piernas, y en reacción le rodeo el cuerpo con ellas. Caminamos abrazados, besándonos angustiados, y me lleva a mi pieza. Entonces me tira sobre la cama, y en estos momentos no puedo desearlo más, es demasiado. Quiero arrancarle la ropa, para poder sentir toda su piel, su calor y saborearlo por completo.
Lo miro sobre mí, y comprendo que no importa el tiempo que pase, jamás podré dejar de amarlo, y desearlo con tanta locura, dolor, y pasión.
Me mira de vuelta, con los ojos ardiendo de deseo, triunfantes. Soy suya.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Deseo amarme.

Qué es esta maldita sensación que me sigue a todos lados,
de sentirme tan pequeña, de mirarme tan a menos,
tan frágil, tan insuficiente.
siempre minúscula.
Cuando creo por fin encontrar mi centro, vuelvo a caer en lo mismo.
No poder ser tan bonita, tan inteligente,
o tan entretenida.
Si pudiera tener más, si pudiera ser así, si pudiera.
Cuándo será el día en que al fin pueda mirarme al espejo y sentirme feliz con lo que poseo,
con lo que me representa.
Siempre quiero más, más
no sé si yo soy la insuficiente,
o soy yo la que siempre esta insatisfecha en todo sentido.
Es desagradable, es triste, es patético.
Sea como sea, encontraré la forma de llegar a mi deseo,
el de amarme y ser feliz con lo que ya soy.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

No ser para ti.

Recuerdo aquel momento en el que creía que estaba muriendo,
y te escuchaba desesperado, pidiéndome que volviera a la vida,
te escuchaba llorar a lo lejos, sacudiéndome, acariciando mi rostro,
con todo el amor que te inspiraba.
Pero yo estaba muy lejos, porque a pesar de todo tu amor, de tu desesperación.
Fui lo suficiente egoísta para pensar que quería morir.
En ese entonces, no supe entender el por qué, por qué quería morir si te tenía,
si me amabas, si rogabas por mi.
Y ahora comprendo que era,
me estaba matando la noción que tuve ese día,
de que jamás podría ser buena para ti, nunca sería lo suficiente buena para ti,
nunca sería la mejor mujer del mundo para ti.
Y me mataba porque quería ser todo, todo para ti.
No un fragmento, no un amor, todo.
Y comprendí aquella noche que no podría serlo.
Por lo que me estaba matando.
Creo que aún lo esta haciendo, aunque estés lejos, aunque haya huido de lo nuestro, de ti.
lo haya dejado.
sigue matándome la idea, de que no pude ser más. De que no era para ti.



domingo, 22 de diciembre de 2013

Quería y quise ser.

Hubiese querido que las cosas fuesen diferentes, que resultaran de otra forma.
Pero nada es fácil, no todo fluye.

Quería ser alguien incondicional, como lo eran otros para ti.
Por momentos deseaba haber sido solo tu amiga, y nunca haberme enamorado de ti,
para poder tenerte por siempre.
Para no dejarte ir nunca de mi lado, para apoyarte en las buenas y en las malas,
para escucharte por toda la eternidad.
Pero el mundo no es tan generoso.
Y me enamoré de ti.
Quise todo de ti, la ultima gota de tu alma.
Todo  mío.
Solo para darme cuenta, que por mas que te quisiera, anhelara, amará.
Tu no me querías a mi.
Solo querías lo que yo era capaz de dar, y dejar por ti. Como fuera.
Esa no era yo.
Era más que solo asentir, y tener miedo de decir las palabras que te iban a enfadar.
Para terminar diciendo exactamente lo que te gustaría oír, pero no lo que yo realmente pensaba.
Yo era más que querer darte en el gusto.

Te amaba tanto que quería darte el mundo,
pero muy tarde me di cuenta, que al final esto no iba a ser suficiente ni para ti,
y menos para mi.
Porque resultó que no importará cuanto yo te diera, tu sabías de alguna forma,
que yo no estaba siendo yo misma, sabías que te estaba engañando,
no con alguien, sino que sabías que yo me estaba mintiendo a mi misma,
por lo que para ti yo era una mentirosa.
Y lo era. Porque me mentía a mi misma, mintiéndote también a ti.

Resulto que por más que te amará y quisiera darte todo, también quería lo mismo para mi.
Y tu no me lo dabas. No porque no quisieras, sino porque no tenías nada mas que darme.
Porque tu ya sabías que estabas dando todo. Pero yo quería más.
Y no es tu culpa, amor mío.
Sea donde sea que estés, por lo que estés pensando, soñando o queriendo.
Yo sé que serás feliz con alguien más.
Alguien que sea capaz de ser feliz con lo que le des, porque yo ya no lo estaba siendo.
Quería el mundo, y no sentía que tu me lo estabas dando,
Quería salir con mis amigos, quería trabajar, quería tomar mis propias decisiones sin ser cuestionada, sin que pasara por tu escrutinio, quería que confiaras en mi juicio. Quería vivir más. Más que solo nosotros, más que tu y yo.
Y si ese es mi pecado, entonces seré castigada con el dolor que tenga que sufrir, por el tiempo que sea necesario. Pero ya no quería engañarte, ni engañarme.
Porque te amo demasiado para seguir con esta charada.

Y siempre, siempre te amaré. No dejaré jamás de hacerlo, porque este amor es eterno en mi corazón.
No espero que ninguno de nosotros cambie. Espero que crezcamos por separado, porque sé que jamás podríamos hacerlo en unión.
Sé que me estas odiando, aborreciendo por quién soy. Ojalá algún día, algo te muestre lo distinta que soy, lo maravillosa que soy, que puedas verme tras un cristal, y no tras las murallas.
Porque eso es lo que espero que alguien vea de mi. Que aunque tu lo veías en mi, lo veías difuso, confundido.
Y tenias miedo, miedo de equivocarte conmigo una vez más. Y no quiero que la persona que me ame me vea así. Como algo defectuoso que necesita ser reparado. Quiero que alguien me ame tal cual. Que no me vea como una niña perdida, sino como una mujer con decisión, y valor.

En estos momentos te miro, te recuerdo, nos recuerdo y te extraño. Estar sin ti, será eterno, y lo es.
Pero espero que con el tiempo pueda amar a alguien más, que alguien más me ame. Porque no espero por ti, ni por nosotros, sé que pensamos muy distinto, y vemos las cosas de manera distinta. Nos hemos separado, y no es culpa de nadie, sólo hemos crecido distintos.
Y ojalá la química, las risas, los recuerdos y el tiempo juntos hubiese sido lo suficiente fuerte para hacer que eso no fuera una brecha tan gigante, pero no fue así, y no tenemos nada que hacer, ya no podemos sufrir por lo que no es. Sino seguir adelante, y ser felices, por los años que pasamos juntos. Por lo que hemos compartido, tan sagrado y único.

Ahora no me queda más que seguir adelante, buscando la felicidad en los pequeños momentos que da la vida. Y disfrutarlos, porque son los que nutren el alma. Y así espero que tu también lo estés haciendo.

Por siempre tuya.
M.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Avanzar.

No sé por cuántas tormentas tiene que pasar uno
para al fin estar en tranquilidad,
pero presiento que aun quedan más, al igual que quedan más años.
no creo que sea una tortura ya,
sino parte de la vida.

La vida no es fácil.
Nada lo es.
Y quedarse estancado esperando por alguien que te rescate,
o que el mundo cambie de rumbo,
no hará que dejen de pasar cosas.
Todo seguirá su curso inestable, pero seguirá.
Y lo único que podemos hacer es pararnos sobre nuestros pies,
caminando erguidos hacia nuestro destino.
Que no es fatal, pero es agreste.
Habrán partes lisas por las que nos podremos deslizar,
pero volverá a ser agreste.
No queda más que vivir de la mejor forma,
buscar el mejor camino,
la opción más factible y avanzar. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Rendición.

Quisiera poder darle un sentido a todo lo que siento
para que corra con una razón bajo el brazo.
Y se encuentre con el destino señalado.

Pero las cosas, la vida, y las personas
no son transparentes como el cristal,
o como el agua de un manantial.
Están escondidas y hay que quedarse a descubrirlas,
vivirlas, disfrutarlas o sufrirlas.
Ojalá pudiese saltarme la parte en que se vuelve confuso
y doloroso.
Pero así no es como funciona el palpitar de un corazón,
ni como las flores crecen sobre el jardín.

El misterio son paredes de un laberinto con el que siempre nos toparemos,
de una forma u otra.
Y es el miedo a ellas, lo que nos aprisiona.
Enferma, y corta los ánimos del alma para seguir adelante.

Y no quiero caer rendida sin salida,
sin importar lo cuerdo que el mundo intenta ser,
nadaré contra corriente, porque así es como lo entiendo.
Imperfecta, sin dirección, sin juicio.
Solo un azar, preparado para que las cosas surjan, tal cual.

Por lo que no explicaré mis sentimientos por ti
ni todo lo que hemos luchado por mantener a raya esta gravedad
que nos empuja como imanes.
Que nos hace delirar sin comprensión,
sin rumbo,
y nos hipnotiza bajo sus efectos,
dejándonos al hado de su antojo.
No voy a pensar en lo bueno ni en lo malo,
porque nada es tan nocivo como el vacío que me deja no tenerte,
no verte, no abrazarte, no escucharte, no saber de ti,
no estar en tu mismo satélite.

Es como morir en vida.

Y no quiero seguir intentando matarme, luchando contra esta voluntad
contra esta necesidad de ti.
Porque no tengo fuerzas para pelear contra ti.
Quiero amansarme, y fluir bajo tu propio cielo.
Estando en contra de mi propio juicio, pero feliz y en calma.
Porque sin ti mi alma se vuelve perturbada y sin sentido.

Por lo que no importa el parámetro,
el límite.
Solo me vale estar a tu lado para poder respirar
y lograr seguir viviendo.


martes, 15 de octubre de 2013

Arrojada al azar.

Siento como la energía es absorbida,
extraída de mi cuerpo y mi alma
Las cosas comienzan a carecer de interés
y mi propia vida solo se mantiene sin razón
No llega a la desesperación si quiera,
esta muerto sin vida.
La desesperanza yace sobre mi espalda
y no queda nada más que hacer.
Solo caminar, arrastrar los pies para esperar.
Esperar a ser consumida.

Puede que haya sido bajo mi propia decisión
el estar aquí, así.
Puede que haya sido la mejor decisión,
pero entonces por qué no se siente bien?
Por qué me deja abandonada al azar?
Sin realmente nada que desear.
Nada que esperar.
Nada que querer.
Nada que necesitar.
Nada.
Porque lo mismo no se puede volver a obtener.

Y no hay nada que quiera más,
que volver atrás y callarme.
No pronunciar esas palabras que no eran verdad.
Que me dejaron aquí varada sobre mi propia voluntad.
Una voluntad que se va a terminar por torturar,
embarcándose sobre el único destino que la va a destrozar,
porque el infortunio se cernió sobre unas olas que,
nada le otorgaran.
Dejaran que vague perdida en la oscuridad.
Porque quién se ha rebelado, lo destruido obtendrá.

Porque no puedes jugar a ser querida,
si no eres capaz de querer a quien te quiere.
No puedes jugar a poseer la ultima palabra,
cuando la ultima palabra te va a condenar.

Fuego.

El que con fuego juega,
tarde o temprano se quema... 

Pero, ¿qué otra opción me queda?
Huir, darle la espalda
o quedarme y disfrutar.

Porque ésta, la ultima estocada será.

Sé que me espera tanto dulce como amarga,
pero me plago bajo suplicas
porque quiero volver a respirar,
y así conseguir vivir sin necesidad,
y no poseer aquel viejo vacío espiritual.

Y aunque sé que cura, también daña.
¡Es toda una infamia!

Pero aquí estoy, ávida de su complicidad.
De cada pared que toca,
de cada pensamiento que derrumba
para transformarme a su semejanza.

Estoy corriendo el riesgo de convertirme en cenizas,
en donde sin retorno los pasajes van,
porque nada a lo que aferrarme existirá.

Pero seguiré jugando aunque pierda,
estas son las migajas que mi piel anhela,
que me corroen bajo la memoria,
que a mi cabeza estimula y estremece sin piedad alguna.

Necesidad.

El fuego deja estelas de crueldad,
pero no posee noción alguna de su afán
que me amansa, me aterra
y sucumbo ante su majestad.
Me dejo torturar,
para que a mi cabeza termine por decapitar,
y a mis sentimientos, asfixiar.

Esta vez escojo dejarme abrasar,
como a una pequeña sin tenacidad.
Aplastada y arrollada bajo su refrán
que me destroza al pasar,
y que sin conciencia me va a legar.

A merced de sus palabras, y su sexualidad
de la sonrisa misericordiosa que me va asesinar,
de la ternura que me hace temblar,
del néctar dulce, tortuoso de su mirar,
de su labia que juzgan sin piedad,
a mí me van a esclavizar, atándome a su voluntad.

De su fuerza sobre mi alma, mi mente y entidad.
Me dejaré incendiar.
Perderme, para obtener un poco de felicidad.



domingo, 6 de octubre de 2013

Adiós, con cariño.

Guardo los recuerdos sobre papel,
los ordeno uno por uno,
y en una botella los envío.

Los dejo a la deriva de este largo camino,
donde no sé su real destino.
Los despido, porque otra opción no he tenido.
Así es como el hoy, lo ha querido.

Pero es tanta la felicidad que con ellos he obtenido,
que no puedo estar más que agradecida
de lo que me ha obsequiado con cariño.

Tantas risas sobre el viento, aún escucho.
Tantas miradas veo sobre cada reflejo,
y el amor más grande que he sentido.

Aún ni de vista los pierdo,
y ya los añoro.

Son los recuerdos más atesorados por mi corazón.
Los que guardaré hasta mi ultimo respiro.

Y en cada centímetro que he recorrido,
sabré que estoy sobre el camino,
gracias a lo que me ha construido.

Son estos recuerdos, tan míos,
que dejo partir, sin olvido.
Sino con el adiós más puro,
porque muy feliz he sido.

Pero forzarlos no he querido,
por lo que los guardo, y los envío
a su destino.

Y un beso les deposito,
para que la ternura los siga encontrando.
Como a mí me encontró.
Agito mi mano y un suave adiós digo.

¡Oh, como te he querido!

jueves, 26 de septiembre de 2013

Naufragio.

El tiempo ha impuesto su agonía.
Y con el transcurrir de las horas,
se ha vuelto como el mar,
con oleadas fuertes o en calma.

Creo que las he remontado.
Al fin.
Pero me golpean
y sin sentido alguno.
Me lanzan, dejando el timón a la deriva,
Girando sin control, sobre ninguna dirección.

El agua en mis pulmones se apodera de mi razón,
la neblina sobre mis ojos me quita la visión.

¡Ah! Me ahogo en la desesperación.

Y cuando consigo nadar sobre la tempestad,
vuelvo a hundirme impotente.
Lucho entre las lágrimas y la necesidad.
Pero nada logra arrancar la brutalidad de mi piel,
las algas sobre mis brazos,
y la sal de mis labios.

De sed me estoy consumiendo,
y aunque salir a flote no consigo, no me rindo.
Insisto, porque en ti pienso.
Siento en como te extraño,
y el poder que ejerces sobre nosotros.

Más no.
Más no sobre el mar, ni sobre las olas,
y menos por esta sed incontrolable.

Los recuerdos se desvanecen ante la neblina,
y mi voluntad ya no logro gobernar, ni manejar como solía.

Estoy a su merced,
y por más que intente buscar el timón a la deriva,
el sujetarlo mágicamente no me devolverá
todo lo que he perdido en el camino en su búsqueda.

Lo que recuperar no consigo.
Por más que quiero,
me consume y me angustia.
Y me hundo.

Esta vez, me rindo.

No logro vislumbrar el espíritu que se ha apoderado de mi en este mar,
no consigo arrancarlo.
He caído lentamente sobre él.

Mientras desciendo, no poseo miedo,
sino un enorme vacío que me carcome.
Un vacío sin sentido, como todo últimamente.

Pero reconozco la oscuridad cuando se acerca.

Estoy naufragando.

No sé si logre volver esta vez.
Me he perdido.
Ni tu, ni yo, ni nadie podrá sacarme de aquí.

Espero. Espero.
Nada.
Todo.

Oscuridad.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La burbuja se rompió.

Que por poca osadía no decido, 
y por mucho amor, te escojo.

Que por poco amor me engaño,
y por mucho miedo me escondo.

Que por poca honestidad te miento,
y por mucho cansancio a esto ya no juego.

Que por poco me confundo,
y por mucha esperanza, a nosotros nos prefiero.

Que por poca confianza me niego,
y por mucha estupidez, no creo en mis pensamientos.

Que por poco te sigo el juego,
y por mucha admiración, me ciego. 

Ya no sé en que laberinto me estoy metiendo,
pero la salida no encuentro,
y no importa si por mucho o por poco,
se que a ti te amo,
y estar contigo es lo que más deseo.
Pero en estas paredes ya no quepo,
y escapar se ha vuelto dificultoso.
Los recuerdos ya no me ayudan a seguirlos,
y la admiración se ha desvanecido.
Ahora, junto a mi te veo.
El cielo se ha encogido,
y el suelo está colmado.

Lo único que está claro, es que aquí la misma ya no sigo siendo,
mis pensamientos ya no quieren seguir ocultos,
la verdad de mi ser, me está obligando.
Obligando a quererme, a escogerme a mí primero.

La admiración queda en adoración, y cariño.
El amor permanece de lleno en mi corazón,
pero mi mente ya no quiere seguir en un lugar recóndito escondido,
esta luchando contra todo lo que más quiero,
me esta quitando lo que más admiro,
se esta dando paso para destruir todo lo que he construido.

Cimentado con los mejores momentos que provoca un respiro,
con las mejores sonrisas que tiene una foto,
y con el amor que siempre he soñado,
con las perdidas que nunca he querido,
pero con los frutos que se han esperado.
Y a pedazos se esta destruyendo;
ya no golpea como un tormento,
ya no me da vueltas, magnífico.
Es honesto, sincero, magnánimo, transparente... y es humano.
Enternece, se quiere, se adora, se ama, pero no es un agobio.
No agobia al alma, no la aprisiona, indispensable. Es puro.
Es tal cual es. Sin ser vigoroso.

La burbuja se rompió,
y el camino de vuelta a ella, no encuentro,
para poder pensar, actuar, y ser el mismo.
No le nace, no retorna, algo se ha roto.
Y estremece, porque es distinto.
Y al serlo, el destino ahora será otro.
Otro, que ya no es tan seguro.

Me aterra, me aterran los cambios.
No los quiero, pero frenarlo no logro.
Y me angustio, porque nos quiero.
Y no me apetece que seamos perturbados.



domingo, 22 de septiembre de 2013

Continuemos.

Las horas siguen,
Los pensamientos vuelan,
Las imágenes corren,
Las palabras sobran,
Y la vida misma sigue.

La perfección no existe.
¿Y la felicidad?

Solo se encuentra en las pequeñas cosas,
Y si las ves en las grandes cosas, te aterras.
Por qué están ahí?
Por qué las sentí?
Por qué las vi?

Ni te responden, y se largan.
Porque los problemas llegan siempre impertinentes,
con derecho a revolcarse en tu vida,
a impregnarse en las personas que amas, y en ti.
No tienen limites, y hasta se encuentran en rostros desconocidos
que te horrorizan, que inspiran lástima, miedo, y culpa.
Los problemas son monstruos que no respiran, ni dejan respirar.

No hay paz.
No por ahora.

La paz es solo un momento fugaz que encuentras en los recónditos lugares de tu mente,
de quienes amas, de lo que ves,
de las sonrisas al pasar, de los besos que vienen y van,
de las hojas que danzan al volar.
De los pocos colores que cubren lo gris de la ciudad.

Si hay paz, hay caos.

No alcanzaste a ser feliz, ni miserable.
Pura confusión en su máxima expresión.
¿Cuando esta felicidad sera plena?
¿Cuando esta tristeza me matara?

¡Que ingenuos!

Juegan a las escondidas con nosotros, y solo cuando se dignan,
nos tocan la puerta con placer

Y todo comienza otra vez.

¿Por qué esperamos?
Mejor dejarnos sorprender, y permitirnos llorar de alegría
porque al fin la quietud nos visitó.

Le tememos a lo peor, lo odiamos, repudiamos, somos tanto victimas y victimarios.
Pero ¿Por qué tenemos miedo de que se presente, si  igual llegará?
Mejor seamos fuertes para cuando vuelva, para darles una pelea justa,
para luchar por lo que queremos, porque esperamos lo mejor.
Porque queremos lo mejor. Queremos ser felices.
Aunque sean segundos, minutos o un par de días.
Deseamos tranquilidad.

Que no nos carcoma el alma el caos, y terminemos repudiandonos,
averganozandonos.
No les demos lo peor de nosotros al estar abatidos por la ira, y el rencor.
La envidia y el dolor.

Seamos mas dignos, al menos mejores que su Majestad el Caos.

viernes, 20 de septiembre de 2013

La espera.

Ya no poseo palabras,
no tengo más pensamientos.
No queda nada más para mi, mas que la espera.

Esperar nada.
Porque nada bueno hay más en este lugar,
las cosas se mancillan de maldad,
esta todo manchado
y no hay nada que salvar.
ni un grano de arena distinto lograra cambiar la crueldad

no tengo nada mas que vivir.
vivir sin respirar.
respirar sin vivir.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Soy.

Soy una y otra.
No soy ninguna a la vez.
Puedo ser todas con querer
y sin querer, me puedo llegar a perder
por pretender que todo quiero llegar a ser.
Perfecta como intento una y otra vez.
La mejor persona para tener todo lo que siempre soñé.

Vueltas le doy a mi cabeza,
vueltas le doy a mi forma de ser.

Quién soy, nunca lo he logrado saber.
Ni a solas lo pude ser,
porque fui todo lo que nunca quise,
y ahora todo lo que quiero soy.
Pero ser así sin más, no lo sé.

Existe esa parte?

Quién soy esta vez?
O ya no soy?
Quién soy yo?

Ser o no ser, esa es la cuestión.





miércoles, 12 de junio de 2013

Tú.

No tengo miedos.
No tengo miedo de amarte como te amo,
no tengo miedo de ser amada de la forma en que me amas.
No tengo miedo de perder lo que ya he perdido.
Te tengo. Y eso lo significa todo.
No volveré atrás, no miraré el pasado, y seguiré adelante junto a ti.

Sé lo que quiero.
Lo que siempre he buscado,
y lo único que me hace feliz.
Tú.

Las cosas han cambiado, hemos crecido,
y hemos luchado, y hasta aquí hemos llegado.

Nos amamos.

Y la vida para nosotros ha continuado.
Ya estamos varados donde tenemos que estar.

Esto no es una continuación, es un nuevo comienzo.

Aquí estoy, a quién has querido desde el principio.
Y este camino ya no es un borrador,
es un comienzo fresco.
Tu eres lo que siempre he querido,
pero que me ha tomado tiempo, sufrimiento y errores, descubrirlo
Pero ya lo sé amor,
que ya nada es mas importante que lo nuestro.

martes, 21 de mayo de 2013

El Paciente Inglés.



- ¿Cuándo has sido más feliz?
- Ahora.
- ¿Cuando has sido menos feliz?
- Ahora.

lunes, 20 de mayo de 2013

Esperemos.

Por momentos siento que no puedo.
No puedo contigo
y esta herida que nunca se cierra,
que nunca permites que cure.
He dado todo y no me queda nada más que dar.

La paciencia es la última gota que nos queda.

Donde espero que no se evapore,
sino que se siga nutriendo.

Y entonces espero.
Espero que no se desgaste nuestro aliento
en argumentos sin sentido, que no paran en ninguna estación.
Con palabras que van directo a un vacío que no logramos ver.
Creemos que tenemos el sentido y la verdad de todo,
y ojalá sea así y no un sin razón.
Porque seria desperdiciar tiempo sagrado,
momentos que ya no tendremos,
y segundos que no volverán.

Así que esperemos a obtener lo mejor de todo esto.

domingo, 19 de mayo de 2013

Anna Karenina.


"No puede haber paz para nosotros. Sólo miseria o la felicidad más grande."

lunes, 13 de mayo de 2013

Game Over.

Hay gente que cree que una es tonta, pero no saben nada que soy bastante astuta.
Una vez casi perdí en tu juego, pero gané aun más que tú en el.
Hoy ya no puedes vencerme.
Puedo leer tus maniobras como si fuesen las mías propias.
Pronto te darás, (y se darán) cuenta que has (han) perdido más de lo que yo he ganado. 
El que ríe ultimo, ríe mejor. 

domingo, 12 de mayo de 2013

La Dignidad de Ella.

"Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración y al amor. (...)
Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella criatura que agoniza y miseria, si el padre, el esposo o el hijo no le amparan." 
- Gabriela Mistral - 



Por qué tan bella y encantadora dejas que la vida te de la espalda?
De qué huyes cada día cuando ignoras quién te humilla?
Quién es esta vil criatura que no es capaz de ver la luz que irradias al sonreír.
Y no contempla lo que provocas al pasar,
como encantas con tu infantil personalidad.

Dime pequeña,
Por qué te atreves a vivir así? Cuando la vida tiene tanto para ti.
Qué significado hay en dejar que los días pasen como en sueños,
que te ataca con pesadillas a cualquier momento?

Quién te arriesga de esta forma, pequeña?

No logro verlo con tus ojos, no puedo entender entre las pausas,
me confundo entre los cambios, y me aterroriza lo que en silencio guardas.

Lucho entre mi rabia, mi amor y el respeto que te profeso.
Las palabras que intentan sanar, a veces dañan golpeando tus muros.
Eres inmutable, imposible y extraña.
Son mis versos para ti un vacío en el tiempo,
como tus pensamientos, o en los rincones en los que ignoras lo hermoso,
lo valioso y lo puro que has transformado a tu encuentro.

Cuéntame en susurros, o entre mis sueños.
Tan solo exprésate como nunca antes has hablado.
Baja de la copa de los árboles,
y plantare flores sobre tu camino para que lo halles ligero,
lo sientas sincero,
y no uno te han impuesto.

Irgue tu rostro, tus ojos, tus labios,
que como ellos no hay ninguno.
Y abre tu mente a la sabiduría de tu alma,
de tu ser, de lo esplendorosa que eres y podrás ser.

Deja atrás los miedos, la vergüenza,
lo que ocultas bajo tu brillo,
y lo que llevas a tu espalda contigo.

Y hazte digna de ti misma ante cualquier amigo y enemigo.
Que como tu no hay ni habrá ninguna.
No por ser mujer u hombre, sino por ser tú misma.

viernes, 3 de mayo de 2013

Te necesito tanto.

Podría haber escogido los primeros títulos como te amo, te adoro, me encantas, o me fascinas, etc. Que es lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en ti.
Pero quise ignorar las palabras y sentir lo que hay dentro de mí cuando las pienso, o las digo: Agonía.
Porque no es solo amarte,
es una irrevocable necesidad de ti, de sentirte, verte, tocarte.
La agonía de depender de ti.
De saber que pronunciar tu nombre es Necesidad.
La agonía de por fin tenerte junto a mí.
Que no me deja respirar; dándome una ansiedad de querer tocar cada parte de ti,
mirar cada centímetro de ti, beber cada respiro que das cerca de mí,
mirarte hasta grabarte, tallarte en mi memoria como si fuese el último momento.

Te necesito, como sé que no necesitaré a nadie más.
Y puede que suene a loca enamorada, donde los amargados dirán: pobre, ya se acabará.
Pero para mí no.
El tiempo podrá pasar, pero nada hará que te olvide o te deje de amar.
Te amaré hasta mi último día de vida.
Me has dado todo. Y lo que no, lo has buscado para hacerme feliz. Muy feliz.
No eres un espejismo, un sueño o una ilusión. No eres la ceguera del amor.
Eres crudo y tan real como la forma en que me conozco.
No te ocultas tras máscaras ni palabras bonitas.
No me inventas un mundo feliz, sino que haces de nuestro mundo uno más feliz.
Uno en el que soy parte, pudiendo ver con claridad cada sombra, y luz de las que esta conformado el mundo. Puedo llorar por la desgracia como sonreír por las maravillas que tiene.

No puedo negar que la vida tiene mucho más sentido cuando estás junto a mí.
Porque si algo sé con certeza, es que no nací para vivir en soledad,
 no nací para vivir de mi egoísmo, de mis sueños propios, sino de vivir de los nuestros.
De crear una vida a tu lado, de seguir formando los recuerdos de una vida en la que he sido feliz.
Y podría seguir contando la historia en la que me enamoras cada segundo, día y hasta cada pequeño instante que hay entre mis pestañeos.
pero formaría eternas palabras, sin fin. No podría acabar nunca, al igual que nosotros.

Mi necesidad: por siempre tuya, por siempre nuestro.

viernes, 25 de enero de 2013

Te amo.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

- Pablo Neruda, Soneto XVII.

domingo, 6 de enero de 2013

Sólo tú.

Es una frescura caminar con esta felicidad,
con esta libertad que solo crean tus palabras en mi alma,
que logran que baile con soltura ante tu mirada,
que respire con tranquilidad tus caricias.
Que te saboreé sedienta de más,
Creando a la desesperación cuando este en soledad,
siendo la locura mi única identidad.
Que golpea con astucia, y se revuelca entre mis risas.

¡Oh! A nada tuyo escaparía.
Entre tus brazos me encerraría,
para quedarme toda la vida.
Por amor, feliz moriría.

Pero si por otro camino quiero transitar.
Me encuentro ante vidrios que me rodean,
y que no me dejan ir con libertad.
Si no pienso con cuidado, me voy a dañar.
Y el otro destino se ocultará, se cerrará,
 y a una quebrada en soledad me arrastrará,
donde el miedo me consumirá,
asustada del juicio que me predicarás,
y de las caricias que ya no podré encontrar.
Miedo de que a mis labios vayas a rehusar,
que nuestros recuerdos quieras rechazar,
y que de lo bueno sólo lo sucio para ti quedará.

Que la verdad la logres ocultar en mentiras, e incompatibilidad.

Que las risas, el amor y la amistad, no existan más.
Que ya no haya a dónde regresar.
Que pongas sobre nuestras pasiones cosas que jamas hemos querido desear.

Yo no quiero más que a tu alma atarla a mi voluntad.

Qué puedo hacer cuando la felicidad y el miedo juntas van,
y yo solo las quiero separar?

Que el amor no transite en desconfianza,
y que sea sinónimo de eternidad,
donde pueda yacer sin miedo a que se quebrará.
Porque solo contigo quiero estar.

Soledad.

La soledad te golpea en silencio.
Desea que voltees un día y te des cuenta 
que. simplemente ya no está. No están.
Los lazos se desarman,
se caen y se separan.
Se distancian.
El viento las sopla y lejos se los lleva.
Los recuerdos parecen una mentira,
que en cada memoria, te defrauda.

Esperamos entre preguntas que nos respondemos solo con nuestra verdad.
Y nos culpamos por cosas que no tienen sentido,
y nos hundimos, nos alejamos en soledad,
en silencio, como extraños que nunca compartieron momentos,
que nunca se abrazaron,
que nunca contaron los secretos más íntimos del corazón,
y los sueños mas deseados. 

Ya no compartimos nada,
más que recuerdos, y personas que hemos conocido juntos,
que ya no tienen nada en común con nosotros tampoco.

No hay nada de que hablar,
ahora callamos la intimidad,
y comenzamos a resolver los problemas en soledad.
No confiamos en el juicio de nadie más,
y vivimos nuestras vidas.
Que ya no son de nadie más, solo nuestras.
Y con nuestros destinos tomados. 
Crecemos egoístas, y ya no necesitas la aprobación de nadie,
no temes ser herido, dejado o abandonado.
Sólo te necesitas a ti mismo. 
Porque al final de toda herida solo te queda en tu piel,
y en la de nadie más.

Soledad.

La noción de que ya no queda nada que perder.
Los amores se vuelven escasos, como en sequía,
y la familia siempre sera el único lugar que permanecerá en la tempestad.

Decepcionamos como también nos decepcionan.
Nos entristecemos en silencio y nos repetimos que no es importante.
Pero lo extrañas. Estar en compañía, se añora.
Pero no eres la misma, nadie es igual. No quieres las mismas cosas,
y es un ciclo sin fin donde solo queda seguir adelante.
Guardando lo mejor.

En soledad.