"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

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viernes, 20 de febrero de 2015

Apreciemos más.

"¿Qué son los hombres comparados con las rocas y las montañas?"
- Orgullo y Prejuicio -

Porque ¿qué somos?,
quiénes creemos ser ante tanta magnificencia que es la naturaleza misma. 
Que incluso aunque formamos parte de ella, y de que nuestra biología sea igual de sorprendente.
Nos creemos con el derecho, con el permiso de tomar decisiones y atribuciones a causa de nuestra racionalidad -superior-.

Por lo que preferiría decir:
¿Qué son los egos, las convenciones sociales, los prejuicios, los orgullos comparados con las rocas y las montañas?
Qué tipo de personas estamos tratando de ser, de probar al resto
Cuando tenemos rocas y montañas.

Nos preocupamos tanto todo el tiempo de no perder, de no fallar.
Intentamos tan duro no caer una próxima vez.
Que todo funcione perfecto, y alcancemos el ideal que cada uno imagina.  
Nos avasallamos los unos a los otros, en cada oportunidad y momento.
Ya no tenemos seguridad para afrontar las cosas de forma gracil,
y nos escondemos tras celulares, tras rutinas, lo moralmente correcto,
y nos llenamos la boca de ética.

Cuando sin darnos cuenta pasamos de largo y pisoteamos la vida misma.
La ignoramos, la humillamos, la transformamos,
pero nunca, nunca somos capaces de hacerle justicia. De honrarla.
De admirarla aunque sea por un momento.
De agradecerle la simple existencia de estar junto a nosotros codo a codo en este mismo universo, o planeta.
Qué tan difícil es mirar más allá de nosotros mismos, nuestras individualidades?
Dejar de vernos las narices, para lograr vivir, y beber todo lo que la vida nos ofrece.
Tenemos tanto y seguimos llenándonos los bolsillos para evitarnos sufrimientos, problemas, dificultades
¡Como si eso pudiera realmente ser verdad! 
Nos acolchamos la caída, pero seguimos sintiendo el suelo igual de duro cuando caemos.
Sin importar lo que hagamos, y cuanto nos esforzamos.
No podemos simplemente afrontar que no poseeremos jamás el control sobre las personas, la naturaleza, las situaciones ni la vida misma. 
Porque seguirá arrojándote piedras en el camino. Incesante. 
Por lo que disfrutemos esas risas, esas lágrimas.
La locura, el pánico, seamos quien necesitemos ser en el momento
para luego lograr juntar nuestros pedacitos de a poco, y volver afrontar lo que sea que tenga que venir.
Pero no paremos. 
No nos rindamos.
No nos amarguemos, porque no se trata de ser fatalista. 
Sino de apreciar lo que brilla por sobre lo oscuro. Y elegirlo cuando lo necesitemos. 
No digo que estemos siempre felices. Ni siempre tristes.
Pero dejemos de intentarlo tanto. De intentar tanto que todo sea perfecto, porque perdemos minutos, lugares, personas, por no lograr apreciar lo que ya nos ha sido otorgado. 
Nos juzgamos, nos apresuramos y no nos damos el tiempo, la paciencia para comprendernos, para darnos el espacio de simplemente sentir y ser en el momento. 
Y, siempre con la convicción que luego será otro día para volver a comenzar. 

Eso es lo que quiero destacar. 
Podemos volver a levantarnos. 
Permitámonos ser con total libertad por sobre lo que tengan otros que pensar, o juzgar. Dediquémonos el tiempo y la paciencia de aceptar lo que la vida nos ha dado. Pero no dejemos de tener fe.
Que los miedos no permitan que destruyamos al otro por simple competencia, por avaricia, por envidia. Seamos mejores. 
Aunque cueste. Intentemoslo. Hagamos la diferencia, aunque luego seamos decepcionados, humillados y defraudados. 
Ya aprenderemos, cuando tengamos que hacerlo.
Dejemos de escondernos tras celulares, y en nuestras casas. 
Miremos a los otros, a quien camina a nuestro lado en la calle. 
Dejemos de ignorar que hay quienes viven tambien con nosotros, aunque sean distintos y de miedo, reconozcamos que hay más vida que la nuestra. 
Miremos más los arboles, las flores y el cielo. 
Y respiremos, apreciemos las otras vidas, que por silenciosas que sean, no significa que no estén llenas de vida y luz. Al igual que sus defectos, como todo lo demás. 

No esperemos tanto. Vivamos más. 

Porque el día en que más nos escondamos en nosotros mismos, ese será el día en que nos perderemos. Y nos marchitaremos. Nos mataremos lentamente con indiferencia, crueldad y frialdad. Y no nos quedará mas que orgullos, egos, y bolsillos llenos. Moriremos sin llevarnos nada mas que nosotros mismos, ni siquiera un ultimo recuerdo o rostro o momento de dicha para visualizar en nuestros últimos segundos de vida.  Seremos menos que polvo, y ya no habrá tiempo para arrepentirse, por lo que comencemos ahora. Hoy es el día!