"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

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miércoles, 23 de julio de 2014

Lo siento.

No importa cuantas veces me repita que era lo mejor.
No lo fue.
No lo es.
No sé cómo podría serlo.

No encuentro razones que me ayuden a soportar el dolor que fue dejarte partir.
No sólo eso, sino que te lleve en mis brazos, para llevarte lejos de mí. 

¿Cómo puede esto encontrar paz en mí?

No la hay.
No la quiero tampoco.
No la merezco.

No importa cuantas veces repita en mi cabeza las veces que te tuve a mi lado,
Que reí, y te conté mis historias, mis penas y los secretos que nunca a nadie conté.
Los recuerdos no pueden aliviarme el sufrimiento de haber visto tu cuerpo yacer muerto bajo mis manos,
De haber sentido a tu corazón sobre la palma de mi mano dar sus últimos y fugaces latidos,
De haber escuchado tus últimos respiros donde luchabas por vivir, 
por no dejarnos.
Tu vida se deslizo por mis dedos y yo no supe hacer nada.

Era demasiado tarde.
La luz de tus ojos haba abandonado por completo tu cuerpo,
Y una parte de mi, había muerto contigo,
Y se había llevado lo mas hermoso que había logrado ver por tantos años.
Y que no supe jamás apreciar más que cuando te perdí, y ya no había nada que te pudiera regresar a mi lado.

Había estado a dos centímetros de apartar esas agujas de ti y huir, 
Lejos, no sé bien donde, solo tu y yo.
No sé con que fin, pero estarías aquí junto a mi. 
Y eso habría sido lo único importante. Lo único que necesitaría para ser feliz.

¿Fuiste feliz horas y días antes?

A veces me lo pregunto, puesto que todo el mundo decía que sufrías, 
Pero yo no te veía así, 
Estabas como deberías estar a tu edad, he incluso mucho mejor,
Le habías ganado a la enfermedad más cruel el año pasado, 
Y te veía levantarte cada día.

¿Eran esas tus ganas de vivir? 
¿O solo tu instinto de sobrevivencia natural?

¿Extrañabas el no poder vernos, ni escucharnos?

Porque yo no he envejecido ni un par de días luego de que te fuiste,
Y extraño con toda mi alma no verte, y no escucharte.

Tenías tantas ganas de estar junto a nosotros,
Que luchabas cada día contra las puertas cerradas, murallas y cortinas, 
para poder encontrarnos.

¿Estabas triste?

Porque yo ahora no puedo dejar de sentirme triste por tu ausencia.
Por no poder sentirte junto a mi.
No poder tocarte.

¿Cómo puedo dejar de culparme por no haber luchado mas fuerte por tu vida?

Por la decisión a la que forzada tuve que aceptar sin peros,
Cuando dentro de mi habían todos los peros habidos y por haber.

¿Estoy acaso, siendo egoísta por sentirme así?

Me repito una vez y otra vez que pude haber hecho más, 
Haber tenido más palabras, más razones para convencer a los demás.
Más fuerza para apartarte de quienes decían que era lo mejor.

Más fuerza para darnos la oportunidad de volverlo a intentar,
Volver a intentar tenerte junto a nosotros en cualquier condición 
Sólo para tenerte un día más, más horas o minutos, pero mucho más.

Luchar tan fuerte, como a ti te veía luchar todos los días.

Perdóname. 
Por ser tan débil. Por haberme dejado convencer y rendirme.
Cuando pude haber hecho más.

Pudimos haber sido menos egoísta y limitados,
 y haber hecho lo imposible para que todos estuviéramos felices junto a ti.
Como sé que hubieses querido.

Para variar, creo que desde siempre supe que nunca te merecimos.

Eres el amor mas puro que he llegado a ver, sentir y conocer.

Nunca te llegamos ni a los talones,
Ni siquiera en el final de tu vida.
Yo lo siento. Siento por no haber podido hacer más.


domingo, 13 de julio de 2014

Recuerdo aquella vez...

Esa noche lloré con toda la fuerza y el dolor que creí haber perdido y olvidado.
Pero ahí estaba y no tenía poder alguno sobre mi misma, era una angustia, una frustración que se había apoderado de mi otra vez.
Que provoco que se desataran las palabras que tantas veces pensé, tras largas noches, tras largos años, que tantas veces dije en mis peores momentos, y circunstancias. 
Pronuncié mi deseo más oculto, pero esta vez con él frente a mí, entre lagrimas le dije:
- No quiero quererte más, no quiero, no quiero. Lo intento con tantas fuerzas y no puedo. ¿Por qué no puedo dejar de quererte?
Me encogí sobre mi dolor y él solo supo abrazarme en silencio. 
Entre mis lagrimas que se desbordaban sin control no lograba ver con claridad su rostro, pero lo sentí receptivo. Me estaba apoyando apesar de las palabras angustiosas que le había arrojado. 
Me pase la manos sobre el rostro para intentar calmarme, y con ello pude al fin ver su rostro. Me miraba con absoluta tristeza, pero no lloraba, era aún más profundo que un llanto, tenía una carga sobre si mismo que quería aliviar, pero estaba muy lejos para intentar siquiera alcanzarlo. Fue como si lo hubiese perdido en un dolor, que no podía comprender.
Que no quería volver a ver reflejado sobre mí. Como la culpable de herirlo.
Quería ser egoísta y no pensar más que en mi dolor, que era como un refugio a prueba de balas, donde solo importaban mis problemas. Pero no los de él. No él.
Pero logro traspasar todas mis intenciones, y entonces lo abracé, bajo una absoluta contradicción.
Por qué tenia tantas ganas de huir, y a la vez ahí me hallaba anclada a su cuello,a su olor, a sus brazos porque temía perderlo. Temía que huyera, aunque parecía que siempre estaba empujándolo para probarlo, para llevarlo al limite de su paciencia. Para probar su resistencia a mi misma. No era yo solo la que quería huir, quería que él escapara. Ponerlo al borde para que me dejara.
¿Por qué?
Mis lágrimas no se podían detener mientras mas me daba cuenta de quienes eramos. De quien yo era. 
Entonces él me aparto, y puso sus manos sobre mi rostro para obligarme a que lo mirara, pero tenia demasiada pena, demasiadas lagrimas para afrontarlo así, pero ahí me retuvo hasta que lo mire. 
Me susurró de manera suave:
- Tranquila -me dijo, mientras me hacia cariño en el rostro, intentando apartar el cabello de mi rostro, hecho un desastre.
Inspire y bote el aire, intentando detenerme. Él me esperaba paciente y en silencio, como nunca antes lo había sentido o como no recordaba que fuera de forma tan gentil. Y entonces me susurro con suavidad: 
- Sabes lo difícil que es para mi escucharte decir que no quieres quererme, cuando yo lo único que deseo es quererte aún más, cada día más.
Y entonces, fue como si esas palabras le hubiesen vertido un bálsamo a mis heridas, a mi dolor. Y retumbaron como ecos dentro de mí. Para poder impregnarlo, e imprimirlo en mi alma. Realmente no tenia noción alguna de su propia lucha, sus propios dolores. Siempre suele ser tan reservado frente a sentimientos tan frágiles que exponérmelos siempre han sido un shock eléctrico. 
Que lo miré como si mi dolor jamás hubiese existido, se encogieron para darme fuerza a protegerlo porque se sentía tan inseguro como yo.
- Lo siento, también quiero quererte más y más. Pero a veces me resulta insoportable porque por mas que te quiera las cosas no son como quisiera que fueran. Y entonces ahí deseo no quererte porque sería más fácil de esa forma. Pero no logro dejar de quererte, siempre te voy a querer y eso me aterra. Me aterra saber que no importan los años que pasen estas tatuado sobre mi corazón. Y pareciera que no hubiesen mas espacios que para ti. Y me duele, porque quisiera con toda mi alma estar a tu lado de la mejor forma y no torturándonos mutuamente por cosas que no logramos cumplir del otro. Porque lo peor de todo es que sé que nos queremos tanto como para seguir juntos una tras otra separación, pero aun así no es suficiente para mantenernos juntos por mucho tiempo. Es frustrante. Porque aunque intentamos ser mejores esta vez, avanzamos un paso y luego retrocedemos dos más. Es incesante.

A medida que más me sinceraba, más lo hundía en vez de consolarlo. Y mas lo sentía resguardarse nuevamente sobre mas murallas, que ya no me sentía capaz de seguir escalando, se encerró sobre sus propios sentimientos, sin comprender la inseguridad de los míos. Se sintió mas herido que comprendido. Y yo no logré decir palabra alguna más, y así fue como terminamos en silencio una vez más. 

Estamos conectados.

Las personas con las que nos topamos en nuestra vida,
Que consideramos tanto fundamentales como desapercibidos,
No están por azar alguno.

De alguna forma estamos atraídos los unos a los otros por las circunstancias.
Sino, por qué siempre recogemos algo de esas personas?

Sea algo diminuto o grandioso,
Quedan huellas a su paso, que no se desvanecen como pisadas borradas por el mar,
Es el tiempo el que hace que no recordemos lo esencial que fue simplemente estar ahí.
El escuchar, ver o sentir.

Es una infinita cadena de sucesos que nos traspasamos los unos a los otros.

Y que las personas solemos rehuir,
Evitamos  influencias por juzgarlas buenas o malas,
Pero no sabemos que esto, es lo mas esencial 
De lo que nunca podremos escapar.

Fluimos los unos con los otros,
Pasamos a través de ellos, y significamos algo.
Nuestra existencia misma le da valor a la existencia de los otros.
Y así sucesivamente.
Tenemos un poder que aún no logramos comprender,
Una fuerza invisible que trasciende entre nosotros,
Que nos mueve, en nuestras acciones y pensamientos.
Capaz de hundirnos o engrandecernos en un segundo.
No son solo las palabras, son las acciones, las ideas que nos traspasamos,
Los sentimientos que liberamos,
Las emociones que desatamos,
Remueven a todo espectador,
A todo cómplice. 
No importa si fue visto o no, será traspasado a todos,
Sin duda, sin limites.

No comprendemos las señales que nos otorga la vida cada día,
Pasamos absortos en nosotros mismos, que no nos detenemos a mirar,
A escuchar al otro, a conectar con la misma vida que nos rodea.
Hay un significado dentro de cada creación, de cada piedra puesta sobre la tierra.
Y esto no nos da respuesta alguna sobre el futuro,
Nos habla del presente.
De lo que esta pasando más allá de nuestra propios latidos.

Aún no comprendemos que no vivimos en soledad.
Estamos todos unidos, y puede que jamas nos topemos frente a frente,
Pero mi propia existencia cambiara la tuya.
Puede que nunca oigamos ni sepamos de la cadena que empezó por mi,
O por ti. 
Pero llevamos la historia de todos dentro de nosotros.
No son coincidencias.
Son propósitos que buscan ser respuestas.