Me pregunto tantas veces, si he madurado
o he perdido.
Acaso la pasión de mis sentimientos se ha extinguido?
Puesto que ya no deseo más de lo que poseo,
y nada es capaz de abrumarme tanto como solía serlo.
He cambiado,
excepto cuando se trata de ti
que aunque no quema como solía,
ni asfixia como podía,
si me remueve nervios, miedos
y inseguridades, que aunque pequeñas,
despiertan.
Justo cuando las creía muertas y desvanecidas.
Pero sigo preguntándome,
es esto lo que quiero ser ahora,
o ser como solía?
Significara esto, que algo desposeo y extraño,
o simplemente he crecido?
Me estoy amargando con el tiempo?
o es la realidad la que esta pesando sobre mis hombros,
que antes soñadores, hoy están crudos.
He perdido la capacidad de desear más?
De plantearme futuros inciertos y mágicos?
Y me he resignado simple y llanamente a vivir sobre lo que estoy pisando?
Agradecer los instantes que me sorprenden y
me absorben de felicidad,
en vez de esperar por una felicidad nada cierta o certera.
Me he resignado a soñar?
O solo he crecido?
Estaré durmiendo sobre mis sentimientos,
porque sino aún no enloquezco y me ahogo
Por qué no logro sucumbir al daño?
Por qué no logro arrodillarme ante nada?
Estoy respirando o yazgo sobre mis sueños perdidos?
Porque nada encuentro, nada busco, nada extraño.
Pero si estás a mi lado, juro que eres lo más cercano
que tengo a la pasión, a la locura, a los extremos.
Que aunque no daña, aún logra asustarme.
Logras que me sienta viva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por favor no confundas el agradecer y sentir el hoy con el soñar o dejar de hacerlo. Creo que es mucho mejor vivir el presente que vivir esperando por un futuro que en realidad puede no llegar... Ya que siempre será eso... y solo eso... el futuro... pero por otro lado, están los sueños, la vida, la pasión. Puede que ahora sientas que estás apagandote, o que esa llama se está extinguiendo.
ResponderEliminarPor favor no la dejes. Cambia de foco, de pasión, de forma, de mira, pero no dejes que se extinga.
Aunque lo más importante. No confundas el hoy con el soñar como si no pudieran convivir juntas, como si fueran contrarias, porque no lo son. Siempre y cuando sepas que esos sueños son o pueden ser metas y no solo sueños.
Como diría Benedetti: "No te rindas, por favor no cedas".