"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

Follow me on Tumblr!

miércoles, 18 de agosto de 2010

Títere del sentimiento.


Apenas colgué el teléfono entusiasmada, no pude reprimir un grito mudo y una inspiración fortuita que colmó mis pulmones, para terminar vaciándolo con satisfacción.

En una ida distraída de mis ojos, mi mente quedo absorta en otro lugar, mi mirada se suspendió en un punto del paisaje, que se podía contemplar desde donde me encontraba. Mi imaginación se dio la libertad de conjeturar preguntas, que no lograba retener del todo. Pero tenía la absoluta noción de que mi atormentadora mente las estabas provocando, Aunque apenas se daba el tiempo de poder responderlas. Y escasamente podría ponerles atención.
La felicidad de alguien más, de quien quería con toda mi alma, estaba más presente que cualquier otro elemento. Su dicha me completo interiormente, sobresaliendo en una risa de satisfacción. 
Para terminar recostándome a saltos sobre mi cama. Cerrando los ojos, la exaltación se metamorfoseo en un fresco, y húmedo prado, donde divisaba cada estrella fugaz que caía del cielo, bosquejaba arco iris por todos lados.

Éste gozo explotó, lográndome oír desquiciada. Podía sentirme como en el paraíso. Sin importar que no fuera mi alegría, porque no me sentía así en meses. Comprendí que soy un simple títere manipulado al antojo del sentimiento. De los míos y de los que me rodean.

domingo, 15 de agosto de 2010

Le dí un fin.



-->
Miraba distraída mis pasos lentos, que sin rumbo alguno iban sobre la arena fina que se confundía junto a mis pies.
Al erguir mi cabeza hacia el horizonte, el viento rozo mi rostro con una exquisita liviandad; agudicé mis sentidos, y cerré mis ojos solo unos segundos para escuchar mi respiración, y deleitarme así con la sensación.
Me sentía tranquila en la soledad que hallé junto al mar. El aire que se respiraba parecía estar de alguna forma bendecido, provocando que lo inhalara aún con más intensidad, colmando a mi alma de aquel exquisito momento de serenidad.
Al abrir mis ojos, miré hacia el mar, que me pareció tan ajeno, pero a la vez tan similar a mis sentimientos, que podía sentir nuestra separación y unión en un mismo parámetro.
-Mi mar –, pensé, para inmediatamente sonreír ante la idea tan lejana que aún no lograba dejar fuera de mi prioridad de pensamientos.
Suspiré por el centenar de imágenes que en menos de un segundo se aparecieron en mi mente, para volver a hacerme rememorar. Me sonreí al darme cuenta que incluso, hasta habíamos caminado por este mismo lugar, y en ese entonces, él estaba a mi lado.
Pero, ya no. No más.

No me sentía triste, solo un tanto nostálgica. 

No soy orgullosa para mentirle a nadie ni nada, no me avergüenzo de lo que siento, me gusta ser honesta conmigo misma y con el resto. Y no negaré; a pesar del arduo camino que vino luego de que él se fue; que fui feliz. Y hoy sigo siéndolo, porque he aprendido más estando sola. He crecido y mejorado, no guardo rencor ni arrepentimientos. Al contrario, siento una profunda felicidad hacia ese recuerdo, a pesar de que en un principio alteraba mi estado de ánimo a un extremo casi desgarrador y violento; hoy, me llenan de una gratitud maravillosa, una que siempre desee, incluso antes de estar con él.
Es una gratitud hacia la vida, y las personas que me han rodeado desde el comienzo de ella, e incluso hasta los momentos más difíciles. A pesar de que en un minuto me hicieron sentir perdida, hoy sé que todo tiene un rumbo.
Esta gratitud es tan desmesurada, que provoco en mí los cambios y la fuerza necesaria para mejorar y realizar cada día lo inalcanzable.
Por eso no estoy triste, ya no. No tengo un por qué estarlo.
- Todo esta en su sitio por fin -, pensé feliz.

Pero, ¿por qué, a pesar de todo, me sentía inquieta? Si ya me concebía conciliada, ¿qué faltaba?

El soplo del viento se hizo más fuerte haciéndome estremecer. Una electricidad recorrió mi cuerpo súbitamente, era una carga magnética que reconocía como si fuera mi propio latido. Podía presentir algo acercarse, por lo que me detuve de inmediato, asustada. No sabía si debía o no reaccionar, ¿estaba pasando o era mi imaginación?
Me quede fija mirando el suelo, sin saber cual decisión tomar.
Estaba estática y mis pies no reaccionaban. Decidí tranquilizarme e ignorar el presentimiento de mi cuerpo, para erguir así mi cabeza con determinación. Y encontrarme con lo que ya me habían advertido: Él venia caminando hacia a mi, sus pasos eran más apresurados que los míos; pero él también venia dejando atrás los recuerdos. Para volver a comenzar, y mejor.
Él se dio cuenta de mi presencia, pero no se detuvo como yo tantas veces lo hice a lo largo del camino, él en cambio, siguió su camino tranquilo.
Lo imite en su reacción, y seguí caminando. Al toparnos por fin, él me miro con el mismo sentimiento que se reflejaba en mi mirada: Gratitud.
Me sonrío, y siguió caminando, dejándome atrás.
Por unos instantes, no supe qué pensar, estaba sorprendida de su reacción, porque era algo que definitivamente jamás imagine, pero que siempre lo desee así. Alucinada, me volteé para verlo de espaldas a mi sin titubear en cada paso que daba, solo seguía.
Así fue como feliz y aliviada, seguí caminando.

lunes, 9 de agosto de 2010

Doctor House.


"- Tenías razón.
- Él estará bien.
- No, sobre mí. No he dejado de amarte. Tú eras... tú eras el indicado para mí. Siempre lo serás. Pero no puedo estar contigo.
- Entonces, soy el indicado... pero quieres al otro hombre, quien, por definición, nunca podrá ser el indicado.
- Lo fantástico de ti es que siempre crees tener la razón. Y lo que me frustra de ti, es que la mayor parte del tiempo siempre tienes la razón. Eres brillante, divertido, sorpresivo y sexy. Pero contigo, me sentía sola. Y con Mark hay espacio para mí.
- Muy bien."

miércoles, 4 de agosto de 2010

Él.


-->
"Amarlo era mucho más que decir que él era mi vida.
Él era cada instante de ella, cada respiración, palpitar.
Y hasta lo que no era mío, le pertenecía.
Lo amaba cuando no podía ni inspirar
.
A su lado las palabras no podían describirme.

Amarlo era poseer fuerza y valor,
y a la vez sentir debilidad y cobardía.
Él estimulaba un descontrol en mí.
Y lo amaba tanto al iluminar mis días, como cuando los ensombrecía.
Todo con la misma intensidad.
A su lado me estremecía la idea de no necesitar nada más.

Amarlo era sentirme frágil, pequeña y tierna.
Él era todo lo que yo no podía ser.
Y así tan distintos, 
Yo lo amaba por ser simplemente él.

A su lado, entregar y ser sin censuras, era un placer.

Amarlo era tener miedo de cada segundo que transcurría.
Porque podía ser el último.
Él era todo lo que quise descubrir y seguir descubriendo,
Por encima de lo banal de las apariencias.
Lo amaba porque deseaba brindarle todo lo que sentía que él necesitaba.
A su lado, me sentía afortunada porque él era mi sueño hecho realidad.

Pero en el amar, se necesitaba aún más.
Y se que hubieron cosas en donde no enfoque el debido respeto.
O no exprese mi enojo porque poseía miedo, e incomodidad por si respondía herido o molesto.
Pero también se que lo ame lo suficiente como para poseer la capacidad de despedirme en paz y armonía, recordando con gratitud el tesoro que compartimos juntos.


Él entro en mi vida para que yo deseara
que se quedara con toda mi alma.
Y así, me entregue.
Me entregue sin saber que algún día lo iba a perder.
Y aun así jamás me arrepentiré de haberle entregado todo."

13-07-2009

martes, 3 de agosto de 2010

Que sea pronto.


Intento despegarme de las mismas ideas,
y de los mismos pensamientos.
No quiero seguir tocando el mismo fondo.
Pero es como si estuviera estancada aún,

sin poder moverme.
Y me molesta,
porque desearía expresar muchas más cosas.
Pero mi mente divaga en lo mismo,
una y otra vez.

Como si aun estuviera atiborrada de...


¡No quiero ni pronunciarlo! ¡Estoy cansada!


Quiero despojarme de lo mismo.

Tanto de lo bueno y lo malo.


¡Me marea!

Porque sé que donde sea que se encuentre,
No piensa en lo que yo tanto pienso.
Ni necesita expresar lo mismo una y otra vez.
Ni recuerda lo que yo recuerdo.

Ni divaga en las mismas imágenes.

¡Quiero sacarme esto!
Pero,
 ¿Cómo? ¿Quién te puede enseñar?
Si para unos es tan fácil, ¿por qué para otros no?
Me desespera no poder ser del lado que todo les resulta fácil.
Los envidio... Lo envidio.

Pero dentro de todo, entiendo.
Entiendo que las cosas suceden para que aprendamos.
Y quizás, yo aun debo seguir aprendiendo,
y es esa la razón por la que no desaparece. Entonces, espero aprender pronto. Y que sea muy pronto.

domingo, 1 de agosto de 2010

Cuando cierro mis ojos.



Puedo evocarte una y otra vez.
Puedo sentir la calidez de tu piel sobre mi piel.
La electricidad que inicia en mis pies, para terminar en tus pies.

Al cerrar mis ojos.
Puedo anhelarte otra vez,
y la necesidad de tenerte se vuelve amargura a la vez.
Paralizo cada lágrima que debería expulsar,
Debido al tiempo que no titubea al juzgar.
Haciéndome creer que no es razonable ya llorar.

Cuando cierro los ojos, me pregunto una y otra vez:
¿Cómo he aprendido a vivir sin ti, y aun así, te necesito también?
¿Está eso bien?
¿O realmente poseo una obsesión en mí, de la que no me he podido deshacer?

Cuando cierro mis ojos,
Siento que el tiempo lo retengo en mis manos
Pudiendo ir al momento justo,
a recuerdos intactos,
A sabores y a sensaciones eternas.
Puede tal vez, que la mente posea esa habilidad.
O quizás es tan solo mi buena memoria y su complejidad.

Camino por las mismas calles
que camine a tu lado tantas veces,
paso por lugares donde alguna vez estuvimos juntos.
Cierro lo ojos,
y puedo aun sentir las estelas que ha dejado tu presencia en cada rincón.
Puedo imaginar que caminas a mi lado.
Que te vuelves a enojar en el mismo lugar, o
que ríes conmigo una vez más.

Como si nunca te hubieses ido de verdad.

Al cerrar mis ojos,
me imagino todo escenario posible.
Creo que hasta puedo escuchar tus respuestas
que provienen del sólo deseo: De que me busques, de que me quieras.

Ya ha pasado tanto tiempo,
y aún así sigues aquí como el primer día.

Eres parte de mí aun a pesar de tu ausencia.

La diferencia hoy, es que sé que un futuro no hay ni habrá.
He podido dejarte ir, 
para cerrar mis ojos
y aceptar que eres indiferente al tiempo,
El tiempo solo cambiaría mi forma de volver a recordarte,
pero nunca podrá impedirme encontrarte.