Que puedo caminar sobre todo como si nada,
Que me las sé de memoria por libro. No es cierto.
Estoy perdida, y no se por donde ir, por lo que hago como que sé el camino,
Quizás para que lo aprenda por costumbre, y no porque sea lo correcto.
No sé distinguir ya entre mis subidas y bajadas de animo.
No sé ya más si debo ser quien estoy siendo.
Puede que me esté castigando demasiado.
Pero quiero poder hablar más, ser más amistosa, con más desplante,
Y menos lo que solía ser.
No quiero que nadie pase por encima mío como quienes mas me han herido lo han hecho.
No quiero pasar desapercibida, pero tampoco quiero herir a quienes quiero por causa de humos de egoísmo.
Puede que en actos no lleve nada a cabo,
pero son mis sentimientos y pensamientos los que me hieren,
aunque no hayan alcanzado a ser nada ni a derrumbar a nadie,
les temo, temo el fuego que crece implacable dentro de mi.
pero son mis sentimientos y pensamientos los que me hieren,
aunque no hayan alcanzado a ser nada ni a derrumbar a nadie,
les temo, temo el fuego que crece implacable dentro de mi.
Temo no poder tener el control cuando tenga que hacerlo.
Porque hoy puedo controlarlo, pero ¿mañana? Y la próxima vez?
Temo estar volviéndome loca de tanto que pienso,
Y de todo lo que vivo por dentro.
Y de las tantas ganas que tengo de castigarme por lo mas mínimo.
Solo para encontrarle sentido y ser a lo que estoy viviendo.
Tengo que salir a flote de todo eso, y ir más allá de lo malo y agradecer más lo bueno.
Quiero ser feliz a toda costa incluso en las condiciones mas adversas.
Quiero castigarme menos, y darme mas crédito por lo bueno.
Pero no embelesarme con mi reflejo, más bien simplemente ver en él amor.
El mismo amor que me hace querer y admirar a quienes amo con defectos y virtudes.
Así quiero verme.
Como él me ve. Como yo lo veo a él.
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