"Haz un instante inolvidable digno de ser insoportable."

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martes, 31 de mayo de 2016

No lo fuimos. Pero somos.

Volviendo atrás me doy cuenta que no tienes absoluta idea de quien soy.
De los rincones mas oscuros de mi mente.
De las debilidades más extrañas de mi cuerpo.

Somos completos extraños, que siempre lo fueron.
Como si todo hubiese sido un acto fingido a diario
por un amor falso.
Una relación falsa.

Y todo construido bajo tu mandato.
El despotismo absoluto de tus imposiciones,
tu ira, y tu desprecio.
Como si todo lo que me oscureciera fuera un disgusto
que no pudieses tragar a diario.
Convertiste todo en algo sucio.
Como si quisieses acabar con toda la devoción que sentía.

Y que me hundiese en mis propios miedos,
pero revelartelos jamás.
Que no fuese tan defectuosa, y débil a tu lado.
Sino siempre sonriente, afectuosa y dispuesta a estar para ti.
El cuadro perfecto en el que sólo tu debías ser feliz.

Y ocultabas todos tus defectos,
miedos y dolor.
Para demostrarme que el hierro era lo más fuerte para sostenernos.
Que había que dejar lo oscuro dentro de nosotros,
para mantener tu idea de honestidad.
En la que nos volvíamos rutina,
marionetas de tus deseos y tus sueños.
De dejar todo por ti.

Nuestro, le decías.
Pero yo nunca quise nada de lo que te dí.
Quería hacerte feliz, y perdí mis deseos en ti.

Quizás por lo mismo todo lo nuestro solo tuvo un fin.

Nunca comenzamos.
No con amor al menos.
No con el verdadero, puro y honesto amor.

Estuviste cortando todo lo que yo era,
toda mi confianza destruyéndola.
Para convertirme en tu obra.
Una obra temerosa de ver la luz.
Para verme atrapada en tu jaula, agonizando por hablar.

La verdad cariño,
que alivio es que estemos liberados de las cadenas que nos pusimos.
Podrás amar como tu siempre has deseado,
y yo podré ser amada como siempre he querido.

Quizás después de todo, si nos supimos querer un poco,
para dejarnos ser cada uno en su propio camino.

lunes, 30 de mayo de 2016

El sueño de ser perfectos juntos.

Deseo vivir con mi alma unida a la tuya.
Que fuésemos la justa combinación para poder coexistir juntos.
En el que no importasen la cantidad de diferencias,
tendríamos la perfecta fórmula para retornar unidos.

Que la confianza sea tan recíproca que acuda siempre a ti por un consejo.
Y aún sin solución alguna, que el apoyo sea suficiente para seguir continuando.

Que el dolor jamás pueda eclipsar todo lo que hemos recorrido,
que las palabras nunca nos golpeen para apartarnos.
Que no lleguemos a mancharnos hasta odiarnos.

Por favor, dime si no es descabellado desear tanto,
soñar tanto, contigo.
Pedirte por tantas noches, lugares y personas.
Que seas al fin, mío.
Que sea al fin, tuya.

Que puedas reconocerme por sobre las murallas en las que vivo.
Que me encuentres bajo las convenciones sociales a las que he sucumbido.

Que pueda verte por sobre mi desconfianza,
mis miedos y mis inseguridades.
Que mi corazón me arrojé a tu lado como un imán sin el que no pueda estar.

Es mucho pedir que podamos poseernos el uno al otro,
Sin atarnos. Sin aplastarnos.
Que podamos tener nuestros propios tiempos.
Y que no usemos el amor como manipulación.

Dime si no es ilógico desearte tanto.

Que llegues a mi pronto.
Que la vida no sea tan cruel para separarnos.
Que estemos listos para entendernos.
O que aprendamos juntos a estarlo.

Es casi irónico ver que parece un repertorio.
Pero amor, es un sueño. Mi sueño.
Y espero que algún día también sea el tuyo.

domingo, 29 de mayo de 2016

Volvamos a lo antiguo.

Y ojalá hubiese nacido en el tiempo en que sólo el amor
convocaba a un beso.
Sólo el cortejo llevaba a un sencillo y delicado roce de manos.
Donde el inicio no era fortuito, ni manchado de alcohol.
Donde te esperaban para conversar y no por algo más.
Y el deleite de mirarte era algo puro, romántico y sagrado.

Un paseo en el parque era lo más sencillo y profundo para dos amados.
Donde no se precipitaban por obtenerlo todo de inmediato.

Es absurdo decir que quisiera volver al tiempo 
en el que las cosas fuesen despacio.
Donde no tuviese que entregarme por deseo,
sino por amor.
Con la confianza de que estoy siendo amada en cada centímetro de mi piel.
Que podré abrazar ese cuerpo por miles de noches hasta morir.

Es ridículo esperar que me escribas,
que dediques algún arte a nuestro amor.
Como yo dedico mis versos uno tras otro para vos.

Que me sueñes, que me pienses,
que te llenes de nervios al estar a mi lado
que no puedas articular vocablos para confesar tu pasión.

Que tu actuar sea tan inocente como perverso,
Que me coquetees tierno, pero dejando una esencia de fervor.
Que me traigas flores en cada ocasión.
No importa si no son de la estación,
las adoraré, si son salvajes como yo.

Es mucho pedir que te des un poco el tiempo de ponerme atención.
Que no creas que me marcharé a la menor vacilación.
Que le dediques una temporada a esta posible relación.
Que logremos lentamente a conocernos,
para ir de a poco liberándonos de nuestros miedos.

Entonces así, en el momento en el que estemos listos.
Podamos depositar la absoluta confianza en el otro.
Y nuestro primer beso sea tan dulce,
como todas los minutos que aguardaste para llegar a ellos.
Que sea una tortura esperar tocar mi cuerpo,
que cuando logremos al fin desnudarnos sin reparos,
sea despacio para bebernos cada segundo que esperamos.
Para terminar perdiéndonos en la pasión por todo el esfuerzo
que fue querernos sin murallas, sin miedos,
sino la absoluta confianza que floreció gracias a nuestra dedicación.

Es quizás ilógico querer esto,
porque conociéndome lo más probable es que me arroje a tu cuello.
Pero un gesto a lo antiguo, siempre será bienvenido.








No tengo nada para dar.

Esto es lo único que tengo para ofrecer.
Momentos.
Un ahora.

No tengo corazón, ni ilusiones.
No iré por la vida creando cuentos en mi cabeza,
si sólo somos esto.
Cenizas que arden uno sobre el otro.
Que por una noche, incendian todo a su paso.

Pero no tengo ideas de ti,
Ni pienso en ti.
No me importa quien eres, que haces,
Ni lo que piensas de mí.

Pero soy feliz si vienes aquí,
si al final del día te acuerdas de mí, y te acercas por tu propia voluntad.
Pero no rogaré atención alguna,
ni tampoco te necesitaré.

Sólo son instantes que ni conservaré,
que el pasar de los días olvidaré.
Pero si vienes y me escoges por sobre todo lo demás.
Yo te aceptaré.
Porque no tengo nada para dar, nada que pedir.
Sólo puedo recibir.

Por lo que no tengas ideas de que por ti muero,
y que sin ti no respiro.
No imagines nada romántico,
porque nada de eso tengo.
No para ti.

No para la rapidez con la que llegas y te vas.
No para nuestras rutas opuestas,
En las que sólo coincidimos para descansar,
para huir de la realidad.
De que tú y yo, sólo servimos para un buen rato pasar.
Para olvidarnos de todo lo habido y por haber.
Para otorgarnos un buen momento de placer.

domingo, 22 de mayo de 2016

Cruel invento.

Qué será sentir tanta miseria para querer seguir hundiéndose?
Para sentir que el barro es parte de tu hogar,
y que puedes revolcarte sin que nada te importe.
Sin pensar en los que amas, lo que tienes o lo que eres.
Hasta lo que podrías llegar a ser,
aunque sólo fuese en sueños o fantasías.

Cómo puede causarle a alguien tanto placer el perderse?
Olvidando, y dejando ser quien solía.
Sin poder ver lo especial que era, que es,
cuando no esta drogada hasta morir,
cuando no quiere inyectarse para vivir.

Cuando deja de ver el mundo y solo ve al alcohol.
Como si fuesen los ingredientes perfectos para ser feliz.
Como si fuesen lo mejor de la creación.

Quién invento el engaño más grande?
Quién invento la escapatoria más absurda?
Quién quiso apartar a las personas, abusar de su vulnerabilidad
para que se perdiesen la belleza de la vida,
del vivir luchando.

Qué cruel invento fue el que te dieron
Para que te arrastraras por migajas que solo son el opio a tu dolor.
Quién te hizo creer que sufrir no tenia final,
que debías escapar consumiéndote todo sin acabar.
Que lo más entretenido era una barra libre y no el salir a pasear.

Que el olor a ron era mejor que las flores en su estación.

Si pudieses ver quien eres sin tanto disfraz, sin todo lo que te inyectas,
sin lo que imaginas que es tu felicidad,
te darías cuenta que brillas más que todo lo que ellos te hacen alucinar.
Que dentro de ti esta el alma más bella,
que no necesita de nada más que tú amor por ella.
Por lo que deja todo los engaños y sé tu misma.
Atrévete amar sin mentiras.
Huye de ese espiral que solo te terminará por marchitar,

martes, 17 de mayo de 2016

Cuando estuviste fuera de mis sueños.

No esperaba que estuvieses aquí.
que salieras de mis sueños, de mis fantasías.
de mis deseos,
y te presentaras frente a mi.

Pero que agradable es el que estés aquí.
que seas tan pacifico como el sonido de las hojas,
y tan veloz como un torbellino.

Donde nunca puedo ir lento para guardar con detalle los momentos,
y arrasas conmigo sin darme un respiro.
Pero entonces te detienes, y no puedo creer que hayas vuelto.
Que puedo ver el exquisito rostro que me tuvo días en desvelo.
Que se colaba por mis deseos más oscuros.
Que me cubriste por entera y no era una ilusión,
que te bese de nuevo hasta dejarme sin respiración.

Que pude cumplir con todo lo que soñé contigo.
Que aunque nunca fue un sin fin,
era un comienzo.
El inicio de empezar de nuevo,
de darme la libertad al fin de decidir lo que yo quiero.
Que pude dejarme llevar sin miedos,
y me expresé tal cual se presento el momento.
Que pude disfrutarlo,
sin arrepentirme por lo ya hecho.

¡Que exquisito fue lo que tuvimos lejos de los sueños!

miércoles, 11 de mayo de 2016

Mi pesadilla: mi ansiedad.

Si pudiese explicar realmente lo que siento
sin sentirme completamente loca.
Que pierdo la razón, y el control de mi propia cabeza.
Que tengo miedos de perderme en un laberinto de pensamientos,
donde no pueda retornar.

Si pudiese gritar por ayuda,
lo haría.
Si pudiesen entender que siento que las murallas se cierran sobre mí,
como si su único propósito fuese asustarme lo suficiente,
para asfixiarme,
para aterrorizarme y hundirme en un miedo que parece locura.
Un miedo en el que no sé si logre retornar a estar mejor.

Si pudiese explicar que no es algo que tenga razón de ser,
que a veces aparece cuando menos espero que llegue.
Como si tuviese un derecho sobre mí cabeza, que no puedo entender.

Y quisiera ayuda tan desesperada,
en el que temo,
temo que sea real, que vaya mas allá de mis propias barreras mentales,
donde la sostengo por lo que parece un tiempo interminable e imposible.
Donde respiro de forma tan pausada como rápida.
Donde intento olvidar el mañana y solo pensar en el hoy.
"En dónde están mis pies, en dónde está lo que amo",
y contar cada cosa una por una, como una maniática enferma que teme perder todo.
Y tengo que forzarme a recordar cada logro, cada alegría,
como si las olvidase en ese pequeño instante tan oscuro que ni yo puedo explicar.

Porque así funciona,
como una maldita pesadilla que te come por dentro,
por fuera.
Que te sucumbe en toda su mierda, donde solo hay cosas en las que temes.
Temes morir,
temes respirar,
temes moverte,
temes pensar,
temes existir.

Como si en cualquier momento todo te ahogara,
y no hubiese salida por más que lo pienses.

Y a la maldita perra la patearía lejos de mí,
pero en esos momentos es como si yo no tuviese nada bueno,
nada alegre, nada por lo que sentirme valiente y positiva,
con propia voluntad y fuerza.
Es como si me hundiese mi propia cabeza, y me arrinconara en una esquina,
donde no tengo voz.
Donde me aplasta una oscuridad desquiciada.
En las que temo perderme por siempre.

En las que me arrodillo, ruego y susurro que se detenga,
que por favor no me abandone en un lugar donde no pueda retornar,
que por favor no me enloquezca con sus monstruos, donde nunca más pueda ser yo misma.
Donde no pueda iluminar ni hablar con nadie de todo lo que amo,
de todo lo que creo, y de todos mis sueños.

Y cuando se termina... cuando al fin, oye mis ruegos, mis eternas listas de luz,
que uso como escudo,
termino desgastada, frágil y delicada.
Parece casi un milagro poder respirar sin miedos,
y en control.

Y así, vuelvo a olvidar que necesito ayuda. Que no puede esto volver a pasar.