miércoles, 14 de julio de 2010
Milagros.
El ser humano posee la manía imperiosa de buscar culpables, y explicaciones;
Pero, ¿qué debe hacer cuando no los hay?
Cuando es la naturaleza quien actúa.
Siendo amoral y ciega, donde no reconoce bondad o maldad.
Ya no es algo que nosotros podamos controlar y culpar.
Donde finalmente sólo nos queda actuar como lo que somos:
Seres humanos con racionalidad.
Razón que la naturaleza no posee.
Dándonos el valor de responder a su acto, aún mejor que ella.
Logrando así obrar nuestros propios Milagros.
Pero, no todos somos capaces de detenernos a mirar cual es el Milagro.
Donde:
El débil se torna fuerte,
El tímido se vuelve valiente,
Los egoístas se vuelven generosos;
O a quienes vimos seriamente lastimados, en el que se les arrebató todo lo hermoso por ellos;
Aún así, no se dieron por vencidos,
Donde encontraron el valor para seguir viviendo, aún en un mundo injusto.
Esos son los Milagros.
El seguir creyendo en la bondad cuando te han demostrado,
Y has vivido lo contrario.
El levantarse nuevamente, sabiendo que mañana hay una probabilidad de volver a caer.
Porque esta es la Vida.
Una montaña rusa de sentimientos, en los que unos días estas arriba y otros abajo.
El Milagro está en:
Poder sonreír cuando solo nos quedo angustia y desesperación.
El poseer esperanzas cuando no hay un qué creer.
El conseguir caminar sobre el mar, cuando deberías hundirte.
El lograr abrir las aguas para dar paso a un camino que no poseía salida.
El poder detener la tormenta.
Pero, no sólo realizamos Milagros en nosotros mismos, sino también en quienes nos rodean:
Ayudando a que logren ver en la oscuridad,
Ayudando a curar su dolor.
Y el poder devolverles la esperanza cuando se encuentran perdidos.
Finalmente, el Milagro que todos conocemos,
Es una metáfora de lo que es realmente el Milagro.
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