Que siempre se asomaba efímera.
No perduraba, ni era capaz de estirarse más allá.
Se detenía ante los limites y se encogía.
Comprendo que estaba equivocada.
Que he estado empujando lejos por lo que parece una eternidad
Todo signo de dependencia.
Sin lograr ver, ni sentir que la belleza no esta en valerse solo a si mismo.
Sino en quienes te dan el valor y la fuerza de poder seguir avanzando.
Que aunque no sé que me espera detrás de las puertas de la muerte,
No caminare por aquel pasillo en soledad.
Y aunque no sé quien abrirá las puertas,
Se que estaré llena de memorias que atesorar.
Que no me harán flaquear.
Entiendo ahora que me hago mas fuerte cuando descubro
Que no estoy en soledad.
Que tengo a quien enseñar, y aprender.
A quien impulsar y con quien crecer.
Que la fuerza nace en mi, pero que se expande cuando siento sus manos junto a mi.
Que es el poder de amar el que contiene toda la fuerza para arrasar.
Ya no insistiré en querer luchar sola.
Sino que depositare la confianza en los demás.
Y con ellos a mi lado, se que en esta vida no perderé,
Que me construiré de la fuerza mutua de querer.
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