Que puedo dejar de pensar en ti.
Que no me hará falta sentirte sobre el latido de mi corazon,
Y los nervios que me recorren bajo la piel.
Quisiera sentir la fuerza para poder huir de esta irrevocable ansia de estar junto a ti.
De hablarte, escucharte, de querer saber más de ti.
Tengo miedos.
Miedo de salir herida, miedo de herirte.
De destruir el lazo que siento que pertenezco hace años.
Que lo quiero como si fuese mio desde el principio.
Por culpa del capricho que es querer buscarte y que me busques.
Sigo caminando despacio detrás de ti,
Con precaución, con cuidado. Como si en cualquier momento estuviese a punto de volver a mentirme. Volviendo a crear ilusiones inexistentes, sentimientos de mi imaginación.
Por lo que no me zambullo,
Solo piso por encima sin hundirme, con cautela, con lentitud.
Con atención.
Aferrándome con uñas y garras sobre la tierra,
Para que no logres elevarme sobre mis talones en contra de mi voluntad.
Me retraigo sobre mi misma, intentando huir de mis propias inseguridades
Y de las tuyas.
Que juntas parecen no combinar en absoluto bajo nuestros limitados tiempos.
Parece que estoy esperando como una loca a que te tires sobre mi sin miedos,
Que me obligues a salir de las propias murallas que me he creado.
Que tengas la confianza absoluta para sucumbirme ante ti,
Para no lograr pensar en nada mas que esto. Que es tan nuevo.
Tan diferente, pero tan intenso como atractivo.
Puesto que no tengo la misma fuerza que creía poseer para seguir adelante
Y arrastrarme detrás de ti para buscarte.
Me abrazo sobre mi propia fragilidad, que en cualquier momento vuelve a mostrarse,
A asfixiarse sobre si misma. Y me deja sin salida,
Sin valor. Me detiene hundida en un dolor que nada tiene que ver contigo más que las propias cicatrices que se han formado de tanto tiempo,
De tantas puertas que abrí,
Y de las muchas veces que me deje expuesta para perderlo todo sin pensar.
Esa suelo ser yo.
Y me aterra, me aterra no poder llevarme más por frivolidades,
Por convenciones y patrones comunes.
Más que seguir a mis propios sentimientos que por más absurdos que sean,
Me tiran sin piedad hacia caminos y circunstancias que parecen mas peligrosas
Que seguras.
Por lo que me resguardo, por mas deseos que posea de arrastrarte conmigo
Sobre el hambre que me carcome de entregarme por entero.
Aunque no sea lo mas cuerdo, lo deseo.
Pero aún no es el momento, no para mi,
No para mi cuerpo, no para las habitaciones que reservo,
En las que aun las murallas tiemblan bajo el sonido de unos pasos
Que amenazan con entrar.
Por lo que escondo la llave bajo tu mirada,
Para que no tardes tanto en encontrarla, pero que no logres pasar con tanta rapidez.
Y espero.
Espero para que sea el momento correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario