Es una frescura caminar con esta felicidad,
con esta libertad que solo crean tus palabras en mi alma,
que logran que baile con soltura ante tu mirada,
que respire con tranquilidad tus caricias.
Que te saboreé sedienta de más,
Creando a la desesperación cuando este en soledad,
siendo la locura mi única identidad.
Que golpea con astucia, y se revuelca entre mis risas.
¡Oh! A nada tuyo escaparía.
Entre tus brazos me encerraría,
para quedarme toda la vida.
Por amor, feliz moriría.
Pero si por otro camino quiero transitar.
Me encuentro ante vidrios que me rodean,
y que no me dejan ir con libertad.
Si no pienso con cuidado, me voy a dañar.
Y el otro destino se ocultará, se cerrará,
y a una quebrada en soledad me arrastrará,
donde el miedo me consumirá,
asustada del juicio que me predicarás,
y de las caricias que ya no podré encontrar.
Miedo de que a mis labios vayas a rehusar,
que nuestros recuerdos quieras rechazar,
y que de lo bueno sólo lo sucio para ti quedará.
Que la verdad la logres ocultar en mentiras, e incompatibilidad.
Que las risas, el amor y la amistad, no existan más.
Que ya no haya a dónde regresar.
Que pongas sobre nuestras pasiones cosas que jamas hemos querido desear.
Yo no quiero más que a tu alma atarla a mi voluntad.
Qué puedo hacer cuando la felicidad y el miedo juntas van,
y yo solo las quiero separar?
Que el amor no transite en desconfianza,
y que sea sinónimo de eternidad,
donde pueda yacer sin miedo a que se quebrará.
Porque solo contigo quiero estar.