Estaba angustiada y atormentada por los segundos de mi vida
que en un impacto aparecieron frente a mis ojos,
y mientras sucedía, lo único que pensé fue:
Es mi culpa.
En qué momento; me pregunto ahora;
es que pase a ser una persona que inclina la cabeza,
y se siente culpable.
¿Qué persona tiene todo a su al rededor, y simplemente
se culpa?
Y desperdicia su vida, sintiéndose así.
Desde cuándo siento que merezco menos, por mis errores?
Estoy estancada en una culpa, que no puedo mejorar,
o no puedo perfeccionar a algo mejor.
Siento que lo hago y avanzo,
pero entonces sucede algo y termina por aparecer de nuevo frente a mi.
Culpa. Culpas.
Un circulo vicioso,
que esta convirtiéndome en alguien que no sigue adelante,
que no deja el pasado atrás,
que no logra perdonarse, o comprenderse.
En cambio, he estado empeñada en hacer mi futuro,
que no parece haber avanzado en nada.
Al igual que mis culpas.
Que no han logrado construir nada,
porque construye con cenizas.
Si antes solía pensar que sabía lo que era estar estancada,
hoy siento que lo conozco en todas sus formas y figuras.
Y sigo sin hacer nada para detenerlo, para salir de ello.
Me quedo esperando.
Porque espero por una vida que esta en mi cabeza,
en mis sueños, en mis planes, que nadie puede contar si se cumplirá.
Me repito todos los días que no me siento miserable,
ni nada deprimente, pero ya no sabría decirlo,
porque realmente no lo sé.
Hay días en que tengo el mundo a mis pies, y al siguiente
no tengo nada.
No sé que es lo que sigue.
Y estoy aterrada, por eso sigo estancada.
Hace tiempo que no me sentía así. Con miedo.
Pero en ese momento en que los segundos de mi vida
ya no estaban en mis manos, y se deslizaban por mis dedos.
no solo sentí culpa, sino miedo y soledad.
Estaba sola.
La soledad es una palabra fuerte,
porque no es que estés sola, es solo un sentimiento.
Uno que tiene miedos y tristeza.
Pero también tiene anhelos, porque no sabría estar solo,
si no hubiese conocido la compañía.
La Soledad.
Provocó que nada en ese momento me hiciera sentir mejor,
sólo me hizo esperar por ti, pensar en ti.
Te quería a ti.
El mismo anhelo de siempre. Tu.
Te necesito tanto, que tenerte tan cerca y no sentirte a mi lado,
me deja sin opciones.
Me nubla el juicio, me vuelve demente,
y me deja en soledad.
Pensé que nunca mas me volvería a sentir sola.
Con ese saber de que: te tengo a un paso, a una llamada,
a un grito, pero en realidad, eso no importa,
porque no estás.
No para mi.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Espero hayas podido avanzar, enfrentarte a esos miedos y simplemente seguir adelante. Sola o con alguien más, pero avanzar.
ResponderEliminar"¿Desde cuándo siento que merezco menos, por mis errores?"
A partir del momento en que olvidaste que se pueden enmendar o al menos, evitar futuros.
Al menos si es que hay una próxima vez, ya sabes cómo se siente y cómo salir de ahí. Si no, por más sola que te sientas, y aunque lo estés, siempre habrá un angelito que te ayudará. A veces solo basta con tocar una puerta, otras solo basta con respirar y ahí aparecerá. Todo dependerá de qué modo lo necesites y por cuanto tiempo.
Un abrazo.