Puedo
imaginar por qué estamos en este sitio
O
por qué razón comenzó.
Pudo
haber sido mi esfuerzo,
El
azar o nuestro destino.
Aunque
presiento que es más real que eso:
Sólo
estamos él y yo,
uno
frente al otro
Porque
sigue habiendo cariño,
Y huir
no hemos podido.
Miro
su rostro,
Sintiéndome
afortunada del camino que se abrió
Para
volver a acariciarlo
Como
tantas veces en mi sueño apareció.
Logro
reconocer mi reflejo en sus ojos,
Poseedor
de un único destello
Que
busque en tantos atisbos
Sin
resultado alguno.
Su
mirada me impulsa a desearlo,
Poseerlo
y volver a hacerlo mío.
Hemos
regresado,
Para
reírnos más que en el pasado.
Y sus
gestos
Se
filtran sin oposiciones en mi cuerpo,
Mi
mente y mi recuerdo,
Iluminan
con vigor
Sobre
sentimientos que creí perdidos.
Estamos
juntos como nunca antes fuimos,
Y todo
ha madurado para mejor.
¡Oh!
Él
hace que florezca una constante sonrisa en mí
Al escuchar su latir
Intenso
y rápido como un colibrí,
Está
cantando solo por mí.
Su
respiración sobre mi nariz,
Produce
un cosquilleo tortuoso que no logro dirigir.
Le
encanta acercarse para besarme con frenesí,
Porque
sabe que tiene un poder sobre mí.
Si
seguimos hipnotizándonos así,
el
estar tan cercanos nos podrá herir.
Y
da miedo que volvamos a sentir,
Que
comencemos a confiar sin medir
las
consecuencias de lo que se podría convertir,
si
nos volviésemos a despedir.
Son
tantos finales como sentimientos por ti.
Pero
no puedo huir,
Estoy
atada a ti,
Y
no puedo evitar sentirme así.
Si
cuando me miras me anclas a vivir,
Me
refresca el alma escucharte reír,
Me colma
de calidez el que no te dejes abatir
Que
a mi razón no logro percibir.
Me
provocas ser feliz.
Es
un motivo hábil,
Para
hacerme saber que podré sin miedos combatir,
Si
con ello al despertar logro concebir
Que
tendré otro día junto a ti.