¿Por qué no dejo de pensar en ti?
Aún entre tantos pensamientos,
vuelvo siempre a ti.
Como si fueses el inicio de todo,
y la única respuesta que busco.
Como si me hablaras desde el rincón más lejano,
me susurraras entre sueños,
me invocaras desde tus mas bajos instintos,
y tocaras los míos.
Con recuerdos que no se logran mancillar con nada en absoluto,
sin importar quién eres, cómo eres y lo que haces;
es como si te pudiese conservar indemne a todo los errores,
los dolores, y las debilidades.
Como si tu oscuridad fuese la mía.
Y reconociese tus demonios como si fuesen los míos.
Que aunque pudiésemos hundirnos de tanta oscuridad,
tanta tristeza, tantos complejos y dolores.
Aun así hay una fuerza que me arrastra a ti.
a cada instante que compartimos.
Como la perfecta sensación que no consigo olvidar.
Y entre cada rastro de pensamiento que tengo para ti,
solo te vuelvo a pedir.
Entre susurros, entre mis sueños y entre mis fantasías.
Que vuelvas.
Que vuelvas a mí, porque no tengo la fuerza de ir por ti.
De empezar vocablos de sucumbir tan obviamente a ti.
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