Un día al despertar de un sueño, mi vida cambió.
Ya no me sentía sola; no había explicación
Pero estabas a mi lado sin poseer verbos,
Sin estar presente. Te estaba necesitando aún siendo extraños.
Sin razón, mi corazón se descontroló, y a tu alma se aferró.
Sin tu permiso a ella se afirmó. Ni a mí me preguntó.
Simplemente pasó.
Me levanté ese día sin ser la misma.
Ya no caminaba sin pensarte,
Sin poseer el anhelo de querer conocerte al revés y al derecho.
Poder lograr introducirme bajo tu piel, y tocar lo desconocido de tu ser.
Me aventuré en tu mirada,
Encontrándote junto a la luz, y la oscuridad.
Sobre todo y sobre la nada.
Una deliciosa agonía en la distancia,
Como una increíble felicidad en tu cercanía.
Mientras más me hundía revelando cada recóndito de tu ser,
Más me atraías, más te quería,
Tanto en tus virtudes como en tus defectos.
Tu transparencia más me acercaba,
Me ataba sin objetos, sin interés.
Uniéndose por completo a mis sentimientos,
Me convertí en tu reflejo: sólo sonreía si lo hacías
y sufría tanto como te dolía.
Comencé a crecer teniéndote, perdiéndote
Y volviendo a encontrarte.
Mientras más tiempo transcurría,
Más fuerte se hacia el hecho de que estas sobre mí
Rodeándome por completo, en dónde vaya y dónde no quiera ir.
Convirtiéndote en el único hombre
que siempre querré a mi lado.
Lo primero que veo al cerrar mis ojos,
y el único al que siento en cada parte de mi alma.
Son tus palabras, y tu risa la que me sigue en cada rincón.
Se cuela por lo imposible,
Convirtiéndome en un simple cuerpo que se ha completado
al conocerte.
Es un sentimiento que tiene el poder
De ser mejor, y de seguir creciendo.
Que tras el tiempo lo he descubierto aún más fuerte.
Que me sorprende en cada nuevo día.
Ardiendo en cada parte de lo que soy,
Estando sobre mi respiración y sin ella,
Ha tocado mi alma, uniéndose a mí sin ataduras,
Ni presiones.
Logra que todo se detenga y avance ante ti.
Provoca que contigo o sin ti, siga creyendo en lo que
Se ha construido.
Sólo toma una mirada tuya, para que la vida tenga sentido.
Que estés a mi lado, significa todo.
Solía ser alguien común hasta que te conocí.
Me he sentido afortunada desde que te vi,
Desde que el camino se abrió para conocerte y seguir conociéndote.
Ni mi nombre habías pronunciado, y ya era toda tuya.
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