Qué desgaste logra en mi cuerpo que me debilita sin intención.
Esta calidez que completa a mi alma,
Que me enternece, me vulnera, y me arrastra,
Es capaz de mover el mismo cielo, y la misma tierra.
Traspasa los limites de la voluntad,
Y alumbra la oscuridad más profunda.
Tanto poder de una persona a otra,
Que podría reinar al universo completo.
Aún así, a la única que reina es a mí.
Que de tanta felicidad y gratitud,
Podría ser ahora mismo la estrella más brillante del firmamento,
Que aún luego de explotar y morir, sigue alumbrando.
Tanta semejanza, y nostalgia en un sentimiento logrado solo por un ser,
Que abruma las memorias remotas que jamas existieron,
De un pasado aún más lejano.
Donde ni el bing bang tuvo que ver.
Está en la belleza de la existencia misma,
De verlo en el esplendor de la vida,
En los recuerdos de mi infancia,
De las risas que convoqué, y la ternura que infunde.
Ya no importan los cómos, qués, ni cuándos.
Quiero quedarme atornillada al suelo
Aunque tarde, nunca o pronto termine en eclosión.
Pero sentir día tras día esto, parece una bendición.
Que pretendo abrazar sin parar.
Porque aún si no sucede una vez en la vida,
De seguro es única en si misma, en ti y en mi.
En nosotros.
La vida tiene giros, pero que maravilloso es dar vueltas contigo.