
Mi felicidad se basaba en un principio en la manera de agradecer lo que tenía.Nunca fui capaz de quejarme, más cuando creía realmente que no merecía ciertas cosas o porque no entendía bien.Siempre he sido capaz de sonreír.
Es algo que nunca me ha faltado.
He deseado y anhelado cosas como cualquier persona.
Pero mi vida jamás me ha dado motivos para sentirme insatisfecha.Lo tenia todo a mi manera.
Excepto algo con lo que deseaba y soñaba con fuerzas: Un amor. El amor de mi vida.
No buscaba una pareja, sino un amor.
Nunca he podido pedirlo a medias.
Lo quería completo, entero.
No deseaba cariño, buscaba a alguien que me amara, que se enamorara de mi.
Y que viera en mi , lo que el resto no lograba ver.
Que me mirará como si fuera su deseo tenerme.
Que me considerara única entre todas.
Y me cuidara, porque yo soy indispensable en su vida.
Quizás, si el amor no me lo hubiera mostrado los libros y las películas, jamás lo habría anhelado tanto.Pero así lo conocí: Utópico, perfecto, anhelante y doloroso.
Parecía como si fuera lo único por lo que valía tener esperanzas y por sobretodo esperar.Hasta el punto de cegar.
Y así fue.
Los años transcurrían, y jamas cambie de pensamiento.A pesar de las etiquetas de "soñadora".
Aquella gota de esperanza nunca me dejo.
Porque siempre sentí que llegaría, tarde o temprano.
Y cuando llegó.
Me escondí. Llena de miedos e inseguridades.Lo disfrutaba a medias.
Con el tiempo comprendí todo: ¡Lo tenia!Tenia todo por lo que siempre espere con ilusiones.
Y me había elegido a mi.
Entonces quise darle todo, sin censuras ni privaciones.Quería hacerlo feliz a mi lado,
que sintiera todo lo feliz que soy teniéndolo.
Es tanto lo que me entregaba que lo sentía en el pecho,era algo inmenso, como el universo: sin limites, infinito.
Ya no hay barreras, ni miedos.
Me había resumido a un todo.
Río sin sentido, y sonrío con mas facilidad.
Me siento la mujer mas afortunada y lo gritaba en cada brillo de mis ojos.
Quería que todos lo supieran.
Que existe y que era lo mejor que me había pasado en la vida.
Estaba como sostenida a todo lo nuestro.Me movía por el, y permanecía por él.
Vivía por el.
Me convertí en un elemento de él.Me gustaba sentirme tan pequeña para lo enorme que era.Era como si fuera una hormiga a la cual le habían regalado el universo.
Así me hacia sentir.
Era todo lo que más deseaba ver al despertar.
Y lo ultimo que quería ver al dormir.
Quería tenerlo para mi: Ayer, hoy, mañana y siempre.