
Estoy cansada.
Cansada de tener que luchar contra él.
Contra su recuerdo.
Y de este dolor que me agota cuando se asoma.
Que me provoca afligidas lágrimas,
Y diálogos conmigo misma,
Donde imagino que le hablo todo lo que quiero decir.
Para luego solo terminar: Deseando.
Deseando no haber amado tanto,
No haberme equivocado una y otra vez.
Donde querría haber sido mejor.
Estoy agotada.
Agotada de sentirlo cada día en mi mente, pensamientos,
por donde camino, donde miro, y cuando duermo.
Viéndolo en rostros de otros,
Encontrándolo en palabras de alguien más,
Y risas que no son de él.
Desearía desaparecer amigos, calles
y cada rincón que trate del pasado.
Para que él se marche con ellos.
Pero aun así no tengo el poder para alejarlo,
eliminarlo, ni menos un verdadero "querer hacerlo".
Desearía no ver en el semblante de los que me rodean,
Decepción, vergüenza y reproches, por revelar
Que lo sigo queriendo,
Que no consigo olvidarlo
Y que lo sigo buscando.
Desearía no ser obstinada,
Para rendirme y dejarlo partir.
Arrancarme el alma para no sentirlo,
no extrañarlo, no necesitarlo.
Perder la memoria para no recordarlo.
No poseer vista, para no verlo por doquier.
Y extraer mi inconsciencia para no soñarlo.
Desearía poseer rencor
Para deshacerme de su esencia.
Solo quiero dejar de creer que soy y seré suya.
Por momentos deseo tantas cosas,
Que sé que por ahora, no ocurrirán.